De izquierda a derecha, Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra;Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, y Manuel López Aguilar, director general de Inaer
De izquierda a derecha, Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra;Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, y Manuel López Aguilar, director general de Inaer - EFE

Inaer e Indra firmarán 42 millones en contratos con empresas gallegas

Feijóo garantiza «como mínimo una década de trabajo» en el aeródromo de Rozas con ambas multinacionales tras reunirse con sus dos presidentes

Santiago Actualizado: Guardar
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La alianza entre el Gobierno gallego, Inaer e Indra dio ayer otro paso más con la reunión del presidente de la Xunta con los máximos dirigentes de ambas empresas, elegidas como socios para desarrollar el proyecto de aviones no tripulados en el aeródromo lucense de Rozas. Aunque la semana pasada el conselleiro de Industria explicó al detalle el alcance del acuerdo, este viernes se dieron a conocer nuevos aspectos. En concreto, que los contratos que firmarán ambas multinacionales con compañías de la Comunidad tendrán un valor de 42 millones de euros. De ellos se beneficiarán de manera directa 18 marcas gallegas y 13 centros de investigación, punto clave que decantó la balanza en favor de la oferta conjunta de Inaer e Indra frente a Airbus y Boeing.

«Este es el mayor impulso industrial en Lugo desde que existe autonomía»
Alberto Núñez Feijóo

Aunque el planteamiento inicial de la Xunta es invertir en este polo aeronáutico 70 millones hasta 2020 —en los que se incluyen la reforma del recinto y la compra de tecnología especializada—, Alberto Núñez Feijóo avanzó que esta triple coalición público-privada garantiza «como mínimo una década de trabajo conjunto». Se estima que habrá 600 empleos. Y aunque repercutirá en todo el territorio, Feijóo enfatizó en la importancia de que con esta propuesta «se está revitalizando el interior de Galicia», ya que el aeródromo se sitúa a 30 kilómetros de Lugo. «Es el mayor impulso desde el punto de vista industrial que recibe [esta provincia] desde que hay autonomía», resaltó.

Feijóo repasó junto a Manuel López Aguilar, director general de Inaer, y a Fernando Abril-Martorell, presidente de Indra, los compromisos que se rubricarán en abril para que el proyecto empiece a funcionar. Ambos agradecieron la confianza de la Xunta después de hacerse con un concurso público que se inició a mediados del año pasado. López Aguilar subrayó el carácter «pionero en la administración española» del sistema elegido, denominado diálogo competitivo. Con él, más allá de la rigidez de los pliegos de contratación, las interesadas pudieron ir atinando sus propuestas en función de las necesidades y demandas de la Xunta. Esa mejora permitió que Inaer e Indrá se aliaran en la fase final.

Mantenimiento de aeronaves

«Este proyecto hará de Galicia referencia mundial para los UAVs de uso civil»
Manuel López Aguilar (Inaer)

«Este proyecto convertirá a Galicia en centro de referencia europeo y mundial para los UAVs (vehículos aéreos no tripulados) de uso civil y creará una excepcional plataforma de tecnología de última generación y empleo de calidad», señaló López Aguilar, quien se expresó en gallego para constatar sus vínculos con Galicia. Recordó al hilo de ello que Inaer lleva en la región «25 años trabajando» con una flota de helicópteros dedicada a labores de emergencias, salvamento marítimo o lucha contra los incendios. El reto de la compañía ahora es prepararse para liderar el mercado de los aviones no tripulados, lo que hace de Rozas su punto central de este segmento de negocio. Los más de 25 aparatos con los que cuenta en la Comunidad serán revisados en el nuevo centro de mantenimiento que se instalará en este lugar. Hasta ahora estaba en Toledo. A él se irá sumando gradualmente el resto de la flota de Inaer y de su matriz, Babcock Group, y los drones que vayan desarrollando.

«Creará un valor añadido muy alto de tecnología punta e I+D exportable»
Fernando Abril-Martorell (Indra)

Fernando Abril-Martorell, por su parte, puso el acento en la «complementariedad» de las propuestas de Indra e Inaer, pues su marca se encargará de la evolución del avión Targus, en la actualidad opcionalmente tripulado, hacia un modelo no tripulado para la vigilancia de las rías y el litoral. De alcanzar el éxito en su comercialización, la planta de ensamblaje se ubicará también en Rozas. De ahí que destacara que se generará «un valor añadido muy alto de I+D exportable y tecnología punta destinada a mejorar servicios públicos». De la mano de Indra llegará, asimismo, el microrobot submarino no tripulado con capacidad para recoger muestras. De entrada tan solo se ha acordado su desarrollo y, en función de su evolución, se planteará su posible fabricación.

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