El impás de once meses en algunos proyectos se percibió en las cuatro provincias gallegas
El impás de once meses en algunos proyectos se percibió en las cuatro provincias gallegas - EFE

Fomento aparcó solo en carreteras 24 millones por el bloqueo político

La interinidad del Gobierno paralizó la licitación de nueve proyectos en Galicia

SANTIAGO Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los once meses de la España sin Gobierno decretaron en todo el país un páramo forzoso para la inversión pública. En Galicia se padeció, como en el resto de Comunidades Autónomas, una interinidad del Ejecutivo que se tradujo no solo en el retraso en las obras de la conexión AVE con la Meseta —como las fuerzas políticas insisten en recordar— sino en carreteras y proyectos menores que irán saliendo ahora de los cajones. Los Presupuestos Generales del Estado de 2016 recogieron el propósito de licitar 53,5 millones de euros solo en vías gallegas, de los cuales 24,2 fueron directos al congelador, con visos de salida solo hasta que el Congreso de los Diputados refrendara la formación de un nuevo Ejecutivo.

Se trata, en total, de nueve calzadas.

La de mayor enjundia es la licitación por 5,7 millones del tramo entre A Ermida y Pilarteiros de la autovía A-57, en la provincia de Pontevedra. Son unos cinco kilómetros de trayecto que comunican la ciudad del Lérez por la zona este. El proyecto constructivo lo adjudicó el Gobierno socialista de Zapatero por un millón de euros a la empresa Eptisa y preveía la construcción de un viaducto de casi un kilómetro.

También en Pontevedra, el Estado no pudo licitar las obras de la variante de la N-640 en A Estrada; para las que estaban previstos unos 4,3 millones de euros. Aunque en marzo de 2015 los responsables del Ministerio aseguraron que el compromiso con la vía estaba asegurado, los hallazgos en el castro de Preguecido dieron marcha atrás a sus previsiones de licitarla en el segundo semestre de 2015.

El paréntesis en la gobernabilidad enfrió también el primer tramo de la variante norte de Orense. Concretamente, el de Eirasvedras-Quintela por 3,7 millones. Y no es el único en esta provincia. Por un millón, la conexión entre la N-120 y la N-536 en O Barco de Valdeorras tuvo igualmente pase de espera.

En Lugo, se paralizó la licitación del viario urbano con el nuevo puente sobre el Miño por otro millón de euros. Fuera del área urbana, corrió la misma suerte el intercomunicador de la A-54 y la N-540, en el municipio de Guntín. El proyecto está integrado en otro, el de la autovía Santiago-Lugo que sí pudo licitarse por 29,3 millones de euros para acometer los trazados Arzúa-Melide y Melide-Palas de Rei. Son todas infraestructuras reducidas en su dimensión, pero algunas están llamadas a cambiar el mapa de la movilidad de algunas ciudades. Por ejemplo, en 2016 tampoco se avanzó en el acceso a la Ciudad de la Cultura de Santiago desde la AP-9. A finales de año, la Xunta autorizó iniciar las expropiaciones de los terrenos a fin de ir de superando etapas. La vía ofrecerá un desvío directo al Gaiás que se prolonga en forma de corredor hasta el barrio compostelano de Fontiñas.

Y ya por último, se bloqueó la licitación de otros dos enlaces. El llamado orbital de Santiago, que unirá la A-54 con los polígonos industriales del Tambre y Costa Vella, y el de Meicende, en el concello coruñés de Arteixo. Los dos suman en conjunto 6 millones de euros.

Ver los comentarios