Luis Ojea - Cuaderno de Viaje

Farsantes

Pablo Iglesias, con el mando a distancia desde Madrid, se ha pasado por el arco del triunfo la consulta efectuada entre sus bases

Luis Ojea
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En la izquierda gallega sobran farsantes. Mucha charlatanería de barra de bar para arreglar el mundo, pero sin ninguna consistencia en la práctica. Ni siquiera son capaces de predicar con el ejemplo en las cosas más simples. Se han pasado meses dando lecciones sobre lo regenerador que es celebrar primarias, pero cuando les toca a ellos convocarlas demuestran un absoluto desprecio por la opinión de sus militantes y pretenden controlar despóticamente los procesos desde la dirección central. El caso más esperpéntico ha sido el de Podemos. Pablo Iglesias, con el mando a distancia desde Madrid y sin siquiera molestarse en dar la cara, se ha pasado por el arco del triunfo la consulta efectuada entre sus bases en una demostración palmaria de lo que es ser un líder tiránico.

Tampoco sorprende porque el tufo al centralismo democrático del viejo comunismo se percibe de lejos en todos los sainetes que montan.

Para ellos los simpatizantes son solo figurantes a los que les han encomendado el papel de aplaudir las decisiones que han tomado antes los cuatro gurús de siempre en un despacho a puerta cerrada. Y si alguien se sale del guion, se recurre sin rubor a las tradicionales purgas. En eso son también expertos en el PSOE. Es grotesco ver cómo las distintas facciones del socialismo gallego han utilizado la confección de las listas para cobrarse viejas facturas. Y aún más que Ferraz haya modificado candidaturas que contaban con un amplio respaldo de las bases para atornillar a un escaño a los amiguetes del candidato. Lo que es de agradecer es que no se anden con disimulos como siguen haciendo en Ciudadanos. La puesta en escena de Rivera en Galicia es ridícula desde hace mucho tiempo. Ya ni extraña que sus mamporreros vengan a imponer un cabeza de cartel después de haber cambiado como lo hicieron al candidato coruñés en las últimas generales. Pero sería de agradecer que no disfrazaran de primarias una pantomima exprés como la que plantearon. Puro despropósito.

La izquierda gallega actual es pura fachada. Gastan toda su energía en sermones, pero a la hora de verdad todo se queda en palabras vacías. Los militantes cuentan menos en el PSdeG, las Mareas y Ciudadanos que en cualquier otro partido. Hace tiempo que provoca bastante vergüenza ajena el nivel de incoherencia que son capaces de practicar, sin el más mínimo pudor, estas formaciones.

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