El viceportavoz de AGE, Antón Sánchez
El viceportavoz de AGE, Antón Sánchez - M. M

Curso de demografía a AGE

Antón Sánchez fue apercibido por el presidente de la Xunta sobre los conceptos que habría que manejar para «hablar con rigor» sobre población

Santiago Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se traía la lección aprendida y también llegó con el libro bajo el brazo. Se enfrentaba a una pregunta del viceportavoz de AGE, Antón Sánchez, sobre «la pérdida de población» en la Comunidad y «la emigración de los jóvenes». La reacción inmediata de Feijóo fue decir que la información sobre el éxodo juvenil es «falsa». El presidente apuntó que «la mayoría» de los 21.000 nuevos gallegos en el exterior «nunca» vivieron en Galicia, sino que son hijos de emigrantes.

En total cifró en algo menos de 5.000 los gallegos que abandonaron el país en el pasado ejercicio y remarcó que él no tiene «la culpa» de quienes «nunca» han vivido en Galicia, pero sí de convertir la comunidad «en una de las más favorables» para tener hijos.

Y es que, a su juicio, el «problema» es el envejecimiento poblacional, no la emigración.

Feijóo no rebajó el tono y visiblemente molesto con la letanía del rupturismo aseguró: ¿De qué me habla? Hay 10.000 que según ustedes se fueron a Argentina, Cuba o Venezuela. ¿Usted cree que los gallegos son tan tontos como para ir a Venezuela, que allí están muy bien y aquí están muy mal?», preguntó al diputado, al que reiteró en varias ocasiones que «el problema no es de lo que salen, sino que los que nacen son menos que los que mueren». De hecho, argumentó que entre 2008 y 2014 entraron 36.000 personas más de las que abandonaron la Comunidad. Por ello, para Feijóo la cuestión demográfica es «el principal problema» del país.

Las advertencias a Sánchez continuaron en las sucesivas intervenciones del presidente: «Debería estudiar los problemas de demografía en Galicia porque cobra un sueldo como diputado», a quien apuntó que dicho problema deriva «de los años 80 del siglo pasado».

La refriega entre el presidente y el diputado continuó a propósito del carisma y las cualidades del presidente. Feijóo se limitó a definirse como «el primer trabajador y el último de mi país» y contrapuso su actitud a la de Xosé Manuel Beiras: «Los líderes carismáticos no vienen al Parlamento y no lo necesitan». Sánchez recogió el guante y defendió el compromiso permanente del nacionalista con el pueblo gallego.

Feijóo remató la sesión como la empezó, con el libro bajo el brazo y con la predisposición a enseñarle a Sánchez nociones de demografía.

Ver los comentarios