El camino que Diana Quer no llegó a completar

El día de la desaparición de Diana Quer, el municipio coruñés de A Pobra do Caramiñal celebraba las fiestas del Carmen dos Pincheiros. La joven madrileña se encontró con sus amigas en un céntrico parque del pueblo a las 22.30 horas con la idea de acudir más tarde a la verbena. Llegó al parque acompañada de su madre, que la acercó y se despidió de ella recordándole que, si lo necesitaba, podía bajar a recogerla más tarde. «Muchas veces ponía el despertardor para ir a buscarla, pero ella me dijo que no me preocupase, que no se retrasaría y que volvería caminando», explicó la madre tras la enigmática desaparición de su hija, de 18 años.

La joven estuvo con sus amigas desde las 22.30 horas hasta la madrugada.

Al filo de las 2.30 de la mañana decidió regresar a la aldea de Cabío, donde desde hace 14 años pasa los veranos con su familia. Antes de despedirse, la joven comentó a una amiga que casi no tenía batería en el móvil. Un testigo de una pizzería ubicada al final del paseo marítimo del pueblo vio a Diana caminando hacia su casa.

Unos metros más adelante de esta pizzería, Diana tuvo que cruzar una zona de naves abandonadas. Muy cerca de este paraje estaban aparcados los vehículos de los feriantes que montaron sus puestos en la romería.

A las 2.40 horas Diana envió un whastapp a un amigo de Madrid diciendo que alguien la estaba intimidando. «Me han dicho: morena, ven aquí», escribió. Su amigo le contestó, pero ella no llegó a leer su respuesta. El rastro de la madrileña se pierde en este punto del camino. Muy cerca su madre encontró una goma de pelo que, por su tipología y marca, podría pertenecer a la desaparecida, aunque solo es una hipótesis.

De haber seguido el camino hasta su casa, apenas un kilómetro de distancia desde las naves, Diana habría tenido que bordear una iglesia y recorrer un lugar nada transitado a esa hora de la mañana. Pero ni los perros ni las batidas han logrado hallar rastro alguno de la joven en este recorrido por el momento. Los padres de la joven mantienen la esperanza y piden a quienes acudieron a la fiestas de A Pobra que hagan un esfuerzo por recordar. «Cualquier pista puede servir», asumen. Se sabe que un testigo declaró haber visto en el lugar un coche Audi A3 sospechoso, aunque nada más ha trascendido sobre esta línea de investigación.

Los padres de la joven insisten en que su hija no se fue voluntariamente y asumen que ha sido retenida contra su voluntad. Ante esta posibilidad, la Guardia Civil ha puesto en marcha un potente dispositivo que incluye el rastreo de cámaras de seguridad y controles en los aeropuertos.