Zona de Benidorm frecuentada por turistas británicos
Zona de Benidorm frecuentada por turistas británicos - JUAN CARLOS SOLER

BenidormLos hoteles se hacen «followers» de sus clientes británicos para desactivar denuncias falsas

El sector sigue el «rastro en Internet» varios meses de los comentarios de cada alojado para tener pruebas de que se lo pasó bien y no se intoxicó

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Los hoteleros de Benidorm están recurriendo a imaginativas medidas para blindarse de alguna manera contra la picaresca de los bufetes británicos que les sacan miles de euros desde hace unos meses con denuncias falsas por reclamaciones de clientes que fingen haber sufrido intoxicaciones alimentarias. Y se están convirtiendo en una especie de «followers» (seguidores) de los turistas que alojan.

Una de las formas de curarse en salud consiste hacer un seguimiento de cada visitante alojado después de que se ha ido, «los comentarios que hace, por ejemplo, en Booking o sus valoraciones en las redes sociales, acerca de cómo se lo ha pasado durante su estancia», explica el presidene de la asociación de empresarios hoteleros de Benidorm y comarca, Hosbec, Toni Mayor.

«La persona siempre deja un rastro en Internet durante tres o cuatro meses después de marcharse, con lo que sabemos si tuvo queja o no», añade.

Obviamente, el sector está escaldado con esta sangría económica imprevista, fomentada por chiringuitos jurídicos ambulantes que ofertan desde furgones circulando por las calles de Benidorm «vacaciones gratis» con estas reclamaciones fraudulentas. «Hay que estar encima del cliente, tomar nota de que no ha pedido un médico, no se encontraba indispuesto en ningún momento» y conservar esta información en un libro de registro de clientes, explica Mayor.

Otras precauciones en la misma línea consisten en pasar un formulario al cliente para que comente «si se lo ha pasado bien», aunque este protocolo lo hace algún hotel a título particular; o dejar constancia de las consumiciones de bebidas alcohólicas. Si el turista tomó copas, difícilmente podía estar enfermo con gastroenteritis, por ejemplo.

No han llegado al extremo, eso sí, de buscar toallas con sangre en las habitaciones, tal como se difundió. «Eso es una exageración», fue el desmentido del presidente de Hosbec.

Presión de touroperadores

Además de esta base de datos a nivel interno, los hoteleros han movido hilos con sus proveedores de reservas y varios touroperadores importantes han presionado en el Reino Unido para una modificación legal de esta normativa que permite denunciar «con un cheque en blanco, sin ninguna prueba, ni certificado médico», asegura Mayor.

Estas quejas a las autoridades británicas parece que van a surtir efecto para frenar un negocio que reporta hasta 5.000 euros a estos despachos de abogados por cada reclamación.

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