El portavoz de València en Comú, Jordi Peris, junto al alcalde de la ciudad, Joan Ribó, durante el pleno
El portavoz de València en Comú, Jordi Peris, junto al alcalde de la ciudad, Joan Ribó, durante el pleno - MIKEL PONCE
Política

El Ayuntamiento de Valencia aprueba la retirada de los símbolos religiosos de espacios municipales

El Consistorio también acuerda cobrar el IBI a negocios religiosos y pide renegociar el Concordato con la Santa Sede

VALENCIA Actualizado: Guardar
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El tripartito del Ayuntamiento de Valencia (conformado por Compromís, PSPV-PSOE y la marca blanca de Podemos València en Comú) ha aprobado este jueves la moción presentada por este último grupo para eliminar toda simbología religiosa en los espacios de titularidad pública que dependan del Consistorio, salvo que signifique un bien patrimonial e histórico contrastado.

La propuesta por el laicismo incluye un pronunciamiento a favor de modificar las leyes para eliminar las exenciones fiscales de las confesiones religiosas y que paguen el Impuesto de Bienes Inmuebles destinados a negocios, además de instar al Gobierno a que revise el Concordato con la Santa Sede. En particular, en el caso del IBI, sólo podrán quedar exentos los inmuebles destinados exclusiva y únicamente al culto.

El acuerdo se elevará al Congreso de los Diputados.

Hasta última hora de ayer, los tres partidos trataban de pulir la iniciativa para que tuviera mayor seguridad jurídica y para concretar si finalmente era presentada por València en Comú o por Compromís, según explican fuentes municipales.

Pero ésta no ha contado con el consenso de los grupos de la oposición, que han votado en contra. El PP ya la calificó como un «ataque a las creencias de los valencianos» desde que conoció su contenido. Mientras, Ciudadanos ha presentado enmiendas a los trece puntos de la moción, que han sido rechazadas.

Ésta no dista en exceso de la primera propuesta presentada por el portavoz de València en Comú, Jordi Peris. Así, se mantiene la intención de que el Consistorio no organice de forma oficial ritos ni celebraciones religiosas, sino exclusivamente de carácter civil a excepción de aquellos que supongan un legado cultural o festivo y un bien patrimonial e histórico contrastado. No desaparecen, ha apuntado Peris, ni la Ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados en Fallas, ni la Semana Santa ni la procesión que se celebra en el Corpus Christi.

El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, junto al del PP, Eusebio Monzó, este jueves
El portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, junto al del PP, Eusebio Monzó, este jueves - MIKEL PONCE

Del mismo modo, han aprobado la incorporación progresiva de referencias y conmemoraciones de carácter civil al calendario oficial, centros públicos y a los callejeros municipales. Aunque en el caso de este apartado se añade un matiz: «En la medida de lo posible».

La propuesta defiende que el Ayuntamiento tratará de garantizar que exista «neutralidad confesional» en los colegios electorales durante las jornadas es las que se celebren los comicios, al igual que ocurre con las opciones partidistas e ideológicas. En el caso de la iniciativa inicial de València en Comú, se pedía que todos los colegios estuvieran libres de simbología religiosa.

La moción definitiva también incluye que el Consistorio facilitará que las ceremonias civiles de matrimonios y funerales se puedan celebrar sin obstáculos; o que en los cementerios municipales los familiares de los difuntos puedan realizar los enterramientos que estimen pertinentes en base a sus creencias y convicciones, dentro de la legalidad vigente.

División

Peris ha asegurado que no querían «sembrar divisiones» pese a «lo polémico» del asunto y ha defendido que el Estado laico garantiza «la libertad y la concordia». «No vamos a destrozar iglesias ni a quemar retablos ni a impedir que se entre a iglesias, sinagogas o mezquitas», ha indicado, para aceptar que sean expertos quienes decidan qué elementos culturales y patrimoniales son tradición.

Sin embargo, para el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, son trece puntos «dispares y contradictorios», y ha reprochado que haya habido un receso de apenas cinco minutos para debatir sus enmiendas.

Por su parte, el portavoz del PP, Eusebio Monzó, ha incidido en que esta iniciativa «divide a los valencianos, retrocede a la Constitución del 31 y vuelve a ser una política de gestos más que de gestión porque algunos puntos ya se están haciendo e ignora la realidad, la historia y las tradiciones». El rechazo de su grupo, ha justificado, se debe a que les piden renunciar «a lo esencial» de sus creencias.

Precisamente los populares anunciaban este miércoles que llevarán una proposición no de ley (PNL) a las Cortes Valencianas para «proteger la libertad religiosa» y que esta moción no se generalice al resto de Ayuntamientos de la Comunidad.

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