Juan Domingo Gispert, ayer antes del encuentro de voluntarios
Juan Domingo Gispert, ayer antes del encuentro de voluntarios - INÉS BAUCELLS
SALUD

«En menos de diez años tendremos un fármaco para retrasar el alzhéimer»

Expertos subrayan la importancia de detectar la enfermedad en la fase preclínica

BARCELONA Actualizado: Guardar
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«En un horizonte próximo no podremos revertir el alzhéimer pero sí ralentizar su progresión». Juan Domingo Gispert, responsable de la Unidad de Neuroimagen de la Fundación Pasqual Maragall, está convencido de que «dentro de cinco o diez años ya habrá un fármaco para uso clínico capaz de reducir el avance de la enfermedad».

Para avanzar en la lucha contra la enfermedad, según Gispert, es básico detectarla en la fase preclínica a través de las técnicas de neuroimagen. «Son el arma más efectiva para adelantarse a la aparición de los primeros síntomas», señala el especialista.

«Es muy importante actuar antes de que aparezca la sintomatología, por que entonces ya hay millones de neuronas muertas que no pueden recuperar su función», dice Gispert, que anoche participó en el tercer encuentro de los voluntarios del proyecto Alfa, el más importante en España en detección y prevención de la enfermedad.

Voluntarios del estudio Alfa
Voluntarios del estudio Alfa - I. BAUCELLS

En el estudio Alfa, impulsado por la Fundación Pasqual Maragall y que cuenta con el apoyo de la Obra Social «La Caixa», participan 2.700 voluntarios (con un progenitor que haya padecido alzhéimer) que se someten a pruebas clínicas, genéticas, cognitivas y médicas con el objeto de conocer los factores de riesgo y los indicadores biológicos que podrían incidir en el desarrollo de la enfermedad.

Veinte años silente

«Sabemos que los daños que el alzhéimer causa en el cerebro pueden haberse iniciado silenciosamente hasta 20 años antes de la manifestación de los primeros síntomas. Necesitamos anticiparnos, estudiar qué ocurre en el cerebro años antes de que la enfermedad se desarrolle. Nuestro objetivo es actuar antes de que sea demasiado tarde y que los daños ya sean irreversibles», subraya Gispert.

Técnicas de neuroimagen

Abren la puerta a terapias personalizadas para prevenir la enfermedadEn este sentido, destaca la importancia de las técnicas neurodiagnósticas como las resonancias magnéticas o tomografías por emisión de positrones, que permiten detectar placas de proteína amiloide en el cerebro, observar la morfología cerebral y la conectividad de determinadas áreas cerebrales. «En un futuro nos permitirán la administración personalizada de tratamientos preventivos en personas que hayan demostrado resultados positivos antes de los primeros síntomas», precisa el experto.

«A través de la combinación de técnicas de neuroimagen y de otros marcadores podremos detectar, para cada persona concreta, en qué momento de la fase preclínica se encuentra y qué factores pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. Este conocimiento permitirá definir tratamientos más exactos y adaptados a los factores de riesgo de cada persona», asegura el doctor José Luis Molinuevo, director científico de la Fundación Pasqual Maragall. Gispert recuerda que si en las enfermedades cardiovasculares con la detección precoz se pueden revertir los marcadores alterados que dan lugar a la enfermedad, en el caso del alzhéimer «esto no sucede».

Por su parte, el doctor Jordi Camí, director de la Fundación Pasqual Maragall, destaca la importancia de aunar esfuerzos para encontrar una solución al problema de las demencias.

60 millones de euros al día

«En España, las demencias cuestan 60 millones de euros diarios, unos 27.000 euros por paciente al año. Las familias afectadas acaban asumiendo el 87 por ciento de este coste. Solo con más investigación y más conocimiento científico será posible encontrar soluciones que sean definitivas», afirma Camí.

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