El exministro Martín Villa ve «una gran ventaja» que la Constitución permita que el «golpe de estado» catalán se resuelva por lo civil

El exministro Rodolfo Martín Villa consideró este miércoles «una gran ventaja» que la Constitución actual esté permitiendo que el «golpe de estado» del Gobierno catalán se esté resolviendo por lo civil, y no por la vía militar, como ocurrió en octubre de 1934 con la proclamación del Estado catalán dentro de la República Española por parte del presidente de la Generalidad, Lluís Companys. «La historia se repite», incidió el exministro.

Martín Villa participó este miércoles en una nueva edición de los «Encuentros con Leonoticias» celebrado en el parador de San Marcos, donde ratificó que no se equivocan en un momento en el que parece «lo adecuado» ante una situación «tan difícil» como la actual. De cualquier forma, el exministro se felicitó por la posibilidad de la comparecencia del presidente de la Generalidad ante el Senado y por el posible debate público entre Puigdemont y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, algo que Martín Villa calificó como «un avance político y civil muy importante», informa Ical.

También se refirió al hecho de que en el Senado acogerá un proceso largo, que «puede hartar, aburrir o preocupar», pero que recalcó es síntoma «de que las cosas hay que hacerlas estéticamente bien y jurídicamente impecables», que a su juicio es «lo contrario» a lo que se ha hecho en el Parlamento de Cataluña «desde los célebres plenos del mes de septiembre». Para Martín Villa, el viejo principio de que «a veces las cosas se tienen que poner muy torcidas para escribir derecho» es lo que está sucediendo en este caso.

Por último, y sobre la posibilidad aún de diálogo, Martín Villa estimó que Puigdemont y el nacionalismo catalán están «faltando a la verdad» y recordó al que fuera presidente del Gobierno catalán, Josep Tarradellas, que tenía «el respeto de la historia y de la edad» quien, tras una infructuosa reunión con Suárez, declaró que solo volvería a Barcelona «si iba como presidente de la Generalidad y con un decreto del rey de Suárez», es decir, apostilló Martín Villa, con la legalidad española «porque la legalidad catalana es parte de la legalidad española», lo que supuso un planteamiento «absolutamente contrario» al que se está produciendo actualmente.