Montserrat González y Triana Martínez, en una imagen de archivo durante el juicio
Montserrat González y Triana Martínez, en una imagen de archivo durante el juicio - ICAL
Tribunales / Crimen Isabel Carrasco

Confirman el archivo de la querella por falso testimonio de Montserrat y Triana contra el principal testigo

La Audiencia Provincial de León no encuentra indicios para demostrar la acusación

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Audiencia Provincial de León confirma el archivo de la querella por falso testimonio interpuesta en su día por Montserrat González y Triana Martínez, condenadas por el asesinato de la que fuera presidenta de la Diputación y del PP leonés, Isabel Carrasco, contra el principal testigo de cargo del caso. La Audiencia no encuentra indicio alguno de que el policía jubilado que persiguió e identificó a la autora material confesa del crimen haya podido incurrir en un delito de falso testimonio en sus manifestaciones.

El auto emitido por el tribunal expone no se ha demostrado que declarase falsamente cuando manifestó que en ningún momento perdió de vista a la ejecutora del hecho, Montserrat González Martínez, cuando cruzaba desde el Paseo de la Condesa hacia la calle Lucas de Tuy, y en concreto cuando pasó delante de tres contenedores que había a la altura de ambas calles.

“La falsedad de que se trata, como se ha encargado de señalar la jurisprudencia, tiene que venir referida a hechos, no a opiniones, criterios o juicios”, recuerda.

El testigo sostuvo que en dicho punto no perdió de vista a Montserrat, y por lo tanto no le vio arrojar nada a la altura del garaje allí existente como pretendía probar la defensa de las querellantes. “Ninguna prueba ofrecen los autos de que dicha manifestación sea falsa”, subrayan, pues éste dijo que siguió a la mujer desde la pasarela del Rio Bernesga hasta la plaza del Mercado de Colón que es el lugar en el que la pierde de vista, cuando Montserrat se introdujo en el pasadizo que conduce hasta la Avenida de Gran Via de San Marcos, donde se cambió de vestimenta.

Pero hasta ese momento, añaden, Montserrat fue seguida desde el otro lado de las aceras por el agente jubilado, y por lo tanto, “ningún dato ni prueba existe de que no dijera la verdad, cuando afirma que no le vió arrojar nada a la altura de la confluencia de las calles Lucas de Tuy y Condesa de Sagasta, como sin embargo afirma la defensa”.

Ver los comentarios