Un año de cambios en la Diputación de Toledo

El primer año del Gobierno socialista de la Diputación de Toledo, que preside Álvaro Gutiérrez, ha estado marcado por un cambio radical en el fondo y en las formas de dirigir la institución provincial que han demostrado que otra forma de gobernar es posible.

Han sido 12 meses de trabajo intenso en los que el presidente de la Diputación y su equipo de Gobierno ha cumplido su compromiso de poner a las personas en el centro de la acción política y ha dejado muy claras sus señas de identidad, basadas en el compromiso social, la atención a las necesidades reales de los ciudadanos, la cercanía, el diálogo, el consenso, el apoyo a los municipios y la transparencia en la gestión.

Asimismo, destaca el nuevo Gobierno, en este balance y tras cumplirse el primer año de legislatura, que se ha desterrado el oscurantismo, el derroche, los proyectos megalómanos y la política sectaria y caprichosa del PP y Arturo García-Tizón, que se preocuparon y ocuparon en compras de barcos, reses bravas y pisos de lujo que causaron un gran descrédito y un grave perjuicio económico a la institución, afirma el equipo de Gobierno.

El empleo ha sido la prioridad del Gobierno de Álvaro Gutiérrez, conscientes de que el paro es la mayor preocupación de los toledanos y de la necesidad de ayudar a las miles de familias de la provincia de Toledo que han agotado sus prestaciones y que no tienen ningún ingreso en sus hogares.

Un plan de empleo

Por ello, han dedicado uno de los mayores esfuerzos al ambicioso y necesario Plan Extraordinario de Empleo, puesto en marcha por la Junta de Comunidades y que el presidente de la Diputación firmó con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y los presidentes de las cuatro diputaciones provinciales de la región.

Son nueve millones de euros los que se destinan a este plan de empleo que, gracias a la implicación de los gobiernos socialistas de Junta y Diputación y la responsabilidad de todos los ayuntamientos de la provincia, ha permitido que hoy 4.285 parados tengan un contrato de trabajo y más de 4.000 hogares dispongan de ingresos mensuales.

Uno de los cambios radicales que el Gobierno de Gutiérrez ha dado a la Diputación en este primer año es el compromiso social y la atención a las personas, especialmente, a quienes más lo necesitan. Algo que dejó muy claro el presidente de la institución al día siguiente de haber tomado posesión garantizando a trabajadores, usuarios y familiares la continuidad del Centro de Día de Enfermos de Alzheimer que Arturo García-Tizón estuvo a punto de cerrar y abriendo los ingresos de nuevos usuarios que el PP mantuvo bloqueados 40 meses. En sólo un año, este centro pionero y referente en el tratamiento del alzheimer ha pasado de seis a 30 usuarios llenando todas las plazas de que dispone.

Otro de los ejemplos de los cambios profundos en la política de la Diputación ha sido la cesión a la Asociación de Padres de Niños Enfermos de Cáncer (Afanión) de los polémicos pisos de la calle Cardenal Cisneros, propiedad de la institución, en los que Arturo García-Tizón destinó a su uso personal tras gastarse 400.000 euros de dinero público en sus reforma, para que los utilicen como alojamiento cuando se desplacen a Toledo, los hijos que reciban tratamiento oncológico en el hospital, apoyándoles en esos momentos tan duros que atraviesan estas familias y en ese magnífico programa «Un hogar fuera del hogar».

Junto al empleo y la atención social, el apoyo a los municipios, la ayuda a los ayuntamientos de la provincia de Toledo, ha sido otro de los puntales de la acción del Gobierno de Álvaro Gutiérrez en su primer año de gestión. Han sido 18,6 millones de euros los que se han destinado a apoyar directa y constantemente a las administraciones locales toledanas y a estar cerca de los ciudadanos.

Todas estas medidas han estado acompañadas de una gestión económica sólida, escrupulosa y acertada que permite afirmar a sus responsables que la Diputación provincial está saneada y puede atender sus compromisos y obligaciones de pago.

Además, sin limitar su objetivo de centrarse en las prioridades sociales, la atención a las personas y los más necesitados, que marcan la acción política del Gobierno socialista y sin impedir poner en práctica esa otra forma de gobernar con eficacia, eficiencia y rigurosidad.

Presupuesto social

El primer Presupuesto de la legislatura que ha elaborado el equipo de Gutiérrez, para el ejercicio 2016, asciende a 122 millones de euros y son los más sociales de la historia de la Diputación, comprometidos con las personas y con los ayuntamientos.

La transparencia en la gestión ha sido otro de los compromisos cumplidos en este primer año de mandato y otro de los cambios importantes que se han experimentado en la Institución. Al llegar al Gobierno la Diputación estaba hundida en el pozo del oscurantismo y la opacidad ocupando el puesto 40 de las 45 diputaciones evaluadas por Transparencia Internacional España.

En sólo cinco meses, de julio a noviembre de 2015, última evaluación del organismo de transparencia, la acción del nuevo gobierno en esta área permitió el ascenso hasta el actual puesto 21.

Después de 12 meses, el presidente provincial considera que lo mejor que le ha podido pasar a la Diputación de Toledo y a los toledanos es que un Gobierno con «alma, centrado en las personas y las necesidades esté dirigiendo una institución fundamental en la vida de los municipios y los ciudadanos y ciudadanas», añadió para matizar que «ese gobierno es del Partido Socialista (PSOE) y tengo el inmenso honor de dirigirlo, junto a un equipo de hombres y mujeres que se están dejando la piel en mejorar la vida de los toledanos», manifestó.