Las tres semanas que se demoró la primera investidura de Aznar

El Rey abre este miércoles en el Palacio de La Zarzuela la segunda ronda de consultas con los partidos políticos para proponer a un presidente del Gobierno que reúna suficientes apoyos.

Se trata de la primera vez, desde que se restauró la democracia, que el Jefe del Estado ha tenido que recurrir a una segunda vuelta de consultas con este fin y, hoy por hoy, no se descarta que tenga que celebrar una tercera o, incluso, si no se desencalla la situación, haya que convocar elecciones.

Si finalmente Don Felipe propusiera el nombre de un candidato, ya sea el candidato del PP, Mariano Rajoy, o el del PSOE, Pedro Sánchez, éste podrá pedir tiempo al presidente del Congreso para negociar con los otros partidos los acuerdos que necesita antes de que se celebre la votación de investidura.

Aunque en principio no existe un plazo legal para convocar la sesión en el Congreso, se entiende que éste deberá ser razonable para no prolongar durante demasiado tiempo la situación de provisionalidad.

El lapsus más largo de la democracia entre la propuesta del Rey y la investidura del candidato lo protagonizó José María Aznar en 1996. Desde que Don Juan Carlos propuso su nombre el 12 de abril de aquel año y hasta que fue investido en las Cortes el 4 de mayo transcurrieron más de tres semanas.

Antes de proponer un nuevo candidato a presidente del Gobierno, el Rey volverá a escuchar a los representantes de las catorce fuerzas políticas que están participando en las rondas de consultas. A esa segunda vuelta asistirán los mismos partidos que a la primera, ya que ERC y Bildu se autoexcluyeron en ambas.

El único rostro nuevo que Don Felipe verá estos días en su despacho será el del representante de UPN, Íñigo Allí Martínez, que sustituirá a Javier Esparza, quien acudió en nombre de este partido a la primera ronda.