15 años sin Yéremi: «Estoy destrozada pero no acabada»

En septiembre de 2021 y tras recabar nuevas pruebas sobre el caso fue reabierta la investigación de la desaparición del menor

La madre de Yéremi, Ithaisa Suárez, frente a la foto de su hijo desaparecido EFE/Elvira Urquijo

Laura Bautista

El día 10 de marzo de 2007, Yéremi Vargas de siete años salió a jugar con sus primos a un solar frente a su casa y no regresó . Este día marcó la historia de Vecindario (Gran Canaria) y año a año despierta nuevamente el sentimiento de justicia por este menor que no volvió a casa y por su familia, en lucha desde entonces.

Tras varios años de investigación el caso fue cerrado por falta de avances, aunque coincidiendo con el día que Yéremi hubiese cumplido 20 años la familia logró dar un giro a la situación y tras dos años de recabar nuevas pruebas, el caso se reabrió el pasado mes de septiembre de 2021.

La madre de Yéremi Vargas, Ithaisa Suárez ha lamentado tener que volver a recordar «este triste aniversario» del «terrible día que no sólo cambió nuestra vida sino que fue un antes y un después para todos». Ella y la familia, 15 años después de ese fatídico día están «aún luchando», también con las «trabas» que se están encontrando en la investigación, como denuncia.

«Nosotros lucharemos», ha asegurado, « siento impotencia, rabia y dolor » y el deseo puesto en que se sepa la verdad, qué ocurrió, que las personas que saben de los hechos finalmente hablen, relata en redes sociales. «Vamos a luchar hasta a el final», ha afirmado, «no me pienso rendir y pienso decir todas las verdades».

La madre del pequeño y su familia « no queremos venganza, hemos pedido justicia pacíficamente » y «luchando duramente».

Con fuerza y decisión, Ithaisa y su familia tienen claro que «no pararemos hasta el final y vamos a luchar con más fuerza que nunca». A su hijo, Yeri, le asegura que se hará justicia, para que pueda descansar en suelo santo.

« Tenías miles de ilusiones, miles de planes y una felicidad brillante en tus ojos » que «te arrancó un ser sin sentimientos». Toda la investigación gira en torno a Antonio Ojeda 'El Rubio', basándose en que estaba en el lugar de los hechos, conocía detalles que no habían sido hecho públicos y que confesó los hechos a sus compañeros e prisión. «Hace 15 años fue a mi hijo, en 2013 a otro y mañana podría ser cualquiera. Yeri te quiero pequeño no pararemos hasta el final ».

Ya son «15 años de angustia terrible» y se confiesa « destrozada pero no acabada ».

Ella y su familia piden « apoyo para lo que pueda ir pasando» y ha agradecido a la Guardia Civil por «apoyarnos en su búsqueda todos los años que pudieron hacerlo y sé que volverán a hacer en cuanto se les dejé trabajar», también «a todas las personas que están con nosotros en apoyarnos siempre».

Qué se sabe del caso Yeremi

El Juzgado de Instrucción número 2 de San Bartolomé de Tirajana tuvo varios indicios para la reapertura del caso , que se retrotraen al día de la desaparición de Yeremi Vargas y años posteriores. El niño jugaba con dos primos, de 9 y 5 años, por aquel entonces, en el solar contiguo a la casa de la abuela materna, Herminia Santana.

Un operativo de más de 400 personas rastreó durante días la isla, por tierra y mar, para encontrar a Yeremi. Se rastrearon pozos, solares, invernaderos, obras, y diferentes zonas costeras y marítimas, pero no se encontró rastro. Se investigaron a personas vinculadas con casos similares , pederastia y también abuso sexual a menores.

Desde el primer momento la investigación apuntó a Antonio Ojeda 'El Rubio' como un posible sospechoso, y fue en 2016 cuando la sospecha se hizo firme. 'El Rubio' en 2012 fue condenado a cinco años de prisión por abusar de otro niño de 12 años en El Doctoral. Cuando se le requirió se negó a ofrecer muestras de ADN y a prestar declaración.

Los profesionales han definido a 'El Rubio' como una persona introvertida, huraña, con problemas con el alcohol y agresivo, además de cliente habitual de un bar desde donde se ve el descampado donde desapareció Yeremi. Él mismo se situó en el lugar y en el momento de los hechos en una entrevista a un programa de televisión, y encaja con la descripción de un testigo , de 11 años en el momento de los hechos, y cuyas palabras fueron rechazadas en la primera investigación.

El menor identificó al conductor del coche como un varón con gorra y recordaba una pegatina con palmeras en la parte posterior del vehículo, que «reconoció sin genero de dudas» como la que portaba el Renault 5 Oasis de 'El Rubio'.

'El Rubio' habló sobre las gafas que llevaba Yeremi en la desaparición, un modelo de color azul en el frontal y «pistacho» en las patillas. La expareja de 'El Rubio' recuerda que le dijo el color de las gafas, sin que ese dato se hubiera hecho público , ya que en la foto difundida para su localización, Yéremi lleva otras diferentes.

Una de las pistas más importantes que motivó la reapertura del caso fue la declaración del compañero de módulo de 'El Rubio' a quien contó que raptó al pequeño y que Yéremi « estaba azul » por lo que « lo tuvo que desaparecer ». En esta declaración le contó que usó algún tipo de producto o disolvente para adormecer al niño que le causó la muerte, porque Yéremi sufría de insuficiencia respiratoria desde su nacimiento, un dato solo conocido por la familia cercana y que no había sido publicado.

A este compañero de prisión, Ojeda le aseguró que el responsable de la desaparición del niño era un vecino suyo, llamado 'El Tani', que fue investigado y a quien también incriminó en el caso en el que fue finalmente condenado a prisión.

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