Arranca el juicio contra los anarquistas que colocaron una bomba en la Basílica del Pilar

Los anarquistas chilenos Francisco Javier Solar Domínguez, alias «Cariñoso», y Mónica Caballero («Moniquita») se sientan desde este martes en el banquillo de la Audiencia Nacional para ser juzgados por el atentado con bomba que perpetraron contra la Basílica del Pilar de Zaragoza, cometido el 2 de octubre de 2013.

«Cariñoso» y «Moniquita», en prisión desde entonces a la espera de juicio, se enfrentan a unas peticiones de condena de 44 años de prisión y ocho más de libertad vigilada.

La Fiscalía considera probado que ambos se desplazaron desde Barcelona a Zaragoza para colocar la bomba, e inmediatamente después emprendieron viaje de vuelta en transporte público a la Ciudad Condal.

La bomba la dejaron, y estalló, en el pasillo central que da al altar mayor de la Basílica.

Explotó a mediodía, en un momento en el que casualmente ya no había personas en esa zona. Sí que llegó a afectar a una mujer que se encontraba en las inmediaciones del altar mayor y a la que le provocaron lesiones leves.

Según revelaron las investigaciones policiales, los dos anarquistas viajaron con la bomba en un autobús desde Barcelona hasta Zaragoza. «Cariñoso» se había instalado en Barcelona disfrutando de una beca de estudios. Tanto él como su compañera Mónica Caballero habían sido detenidos y juzgados en Chile, acusados por colocar bombas contra iglesias, pero quedaron en libertad.

Ahora, la Fiscalía pide tanto para Francisco Javier Solar como para Mónica Caballero 44 años de prisión por la bomba colocada en Zaragoza. Reclama igualmente para los dos que, cuando salgan de la cárcel tras cumplir la condena que se les imponga, queden además durante ocho años bajo libertad vigilada.

Además, solicita que ambos indemnicen al Cabildo Metropolitano de Zaragoza —titular de la Basílica del Pilar— con 182.601 euros por los daños que provocó el estallido de la bomba, y que abonen 15.000 euros a la mujer que resultó herida leve, que sufrió rotura de tímpano.

Este atentado fue reivindicado, horas después, por un autodenominado Comando Insurreccionalista Mateo Morral, el mismo que reivindicó también la colocación de un artefacto explosivo en la madrileña Catedral de La Almudena en febrero de 2012, que no llegó a estallar porque fue detectada y desactivada.

Estos dos anarquistas chilenos que son juzgados desde este martes por la bomba contra la Basílica del Pilar también están procesados por otro intento de atentado contra el barcelonés Monasterio de Montserrat.

Meses después de ser detenidos, estos dos anarquistas lograron distribuir consignas a través de medios extremistas en los que llamaban a mantener la lucha, animando «al combate».