Miguel Bernad y Luis Pineda, en los juzgados de Madrid en una imagen de febreero de 2015
Miguel Bernad y Luis Pineda, en los juzgados de Madrid en una imagen de febreero de 2015 - EFE

Un año sin la trama criminal Ausbanc-Manos Limpias

La Udef concluye la investigación tras acreditar las extorsiones que lideraban Luis Pineda, Miguel Bernad y Virginia López Negrete

Madrid Actualizado: Guardar
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El 15 de abril de 2016, viernes, a primera hora de la mañana, la Udef, la Fiscalía de la Audiencia Nacional y el juez Santiago Pedraz, desarticularon dos organizaciones que llevaban años haciéndose pasar por defensores del pueblo frente al poder. En realidad, Ausbanc y Manos Limpias eran dos instrumentos creados para la extorsión y con un doble objetivo: la proyección social y el lucro personal de sus líderes, el presidente de Ausbanc -Luis Pineda-, el secretario general de Manos Limpias -Miguel Bernad- y la jefa jurídica del sindicato -Virginia López Negrete-.

Dos días antes del operativo policial, ABC destapó a qué se dedicaban ambas organizaciones, lo que precipitó las detenciones por organización criminal. La personación en casos mediáticos de corrupción por parte de Manos Limpias -con la acusación contra la Infanta Cristina como bandera- y la «lucha» de Ausbanc contra los abusos de la banca propició que ambas organizaciones se ganaran simpatías de muchos ciudadanos.

Pero la investigación de la Brigada de Delincuencia Económica de la Udef, ya prácticamente concluida, ha demostrado que eso solo era una fachada: Ausbanc y Manos Limpias hacían «justicia» en función de cuánto les pagaran los afectados por denunciar o por retirar las acusaciones.

37 millones de euros

Ausbanc, autodenominada asociación de usuarios de banca, se dedicaba a cobrar entre 400.000 y un millón de euros al año a las entidades bancarias en concepto de publicidad y convenios muy por encima de mercado. En realidad, los bancos, que aportaron 37 millones de euros a las organizaciones de Luis Pineda en diez años, abonaban un «impuesto revolucionario»: la entidad que «colaboraba» no era denunciada y salía favorecida en las publicaciones del grupo. Por contra, el banco o caja que no cedía al chantaje era objeto de una campaña de desprestigio y un acoso en los tribunales.

Para tener más fuerza, Luis Pineda se hizo con los servicios de Manos Limpias en el año 2013 (los contactos comenzaron a finales de 2012). Ausbanc pasó a costear los gastos del sindicato. A cambio, Manos Limpias actuaría como un brazo legal de Ausbanc, para denunciar o retirar denuncias en función de los intereses de Pineda.

Cuando los agentes de la Udef intervinieron las comunicaciones de los líderes de Ausbanc, en 2015, comprobaron este hecho: Manos Limpias intentaba imputar en el caso Nóos, con Negrete a la cabeza, a un directivo del BBVA para que la entidad volviera a pagar a Ausbanc. No solo eso, ya que la organización de Bernad estaba negociando retirar la acusación contra la Infanta Cristina a cambio de entre dos y tres millones de euros. La sintonía entre los integrantes de la trama criminal era total. No en vano, Bernad ordenó retirar la acusación al presidente de Unicaja en los ERE después de que la entidad andaluza patrocinara a Ausbanc.

Según fuentes de la investigación, las pesquisas con las que se abrió el caso han quedado más que acreditadas en los informes de la Udef. Solo es cuestión de tiempo que el juez Pedraz cierre la instrucción y envié a los investigados a juicio. Bernad y Negrete tienen abierta otra causa en los juzgados de Madrid por apropiación indebida de 109.600 euros, también desvelada por ABC.

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