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Vídeo: El Congreso rechaza investir a Rajoy en la primera votación - ABC

Empieza la cuenta atrás de dos meses para nuevas elecciones

El líder del PP, con 170 «síes», es el cuarto candidato en la democracia que pierde en primera vuelta, después de 310 días de estancamiento político

Madrid Actualizado: Guardar
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A las ocho y cinco minutos de la tarde, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, anunció el resultado de la primera votación de la investidura de Mariano Rajoy: 170 votos a favor y 180 en contra. Al candidato del PP le faltaron seis votos para lograr la mayoría absoluta, por lo que mañana, viernes, se volverá a reunir el Pleno, a las siete de la tarde, para proceder a una segunda votación, en la que Rajoy necesitará más síes que noes. Todo indica, después de escuchar ayer al PSOE y al resto de la Cámara, que tampoco logrará la confianza del Congreso y la investidura será fallida, por segunda vez en la historia de la democracia.

El reloj marcado por la Constitución ha empezado a correr con esta primera votación.

A partir de ayer, hay dos meses para tratar de elegir a un presidente del Gobierno. Si el 31 de octubre no se ha investido a ningún candidato, el Rey disolverá las Cortes y volverá a convocar las elecciones, que se celebrarían, según los plazos legales vigentes, el día de Navidad. Después de las intervenciones del líder socialista y del resto de los grupos, las terceras elecciones son una opción que cobra fuerza.

Rajoy llegó a su debate de investidura con 170 votos afirmativos asegurados, tras firmar un acuerdo con Ciudadanos el pasado domingo, al que se adhirió la diputada de Coalición Canaria. La clave seguía estando en el PSOE: sus votos son necesarios, pero Sánchez despejó el lunes las pocas dudas que podían quedar sobre su posición, en una reunión con Rajoy que tachó de perfectamente «prescindible».

El líder del PSOE abrió ayer la jornada en el Pleno del Congreso. Sus primeras palabras fueron otro «no». «Seré claro y directo. El Grupo Socialista votará en contra». Rajoy tomó buena nota y aguantó el ataque directo y personal que le dirigió Sánchez durante toda su intervención. «Ya he entendido todas las partes del no», comentó Rajoy, en alusión al «no» más famoso de Sánchez: «No es no. Qué parte del no no ha entendido».

Cuántas elecciones faltan

El candidato del PP vio claro que el objetivo de Sánchez es «bloquear» la posibilidad de que se forme un Gobierno presidido por Rajoy. Por eso le preguntó cuáles son sus planes, y si acaso quiere que se convoquen nuevas elecciones otra vez y cuántas más.

Nada puede esperar Rajoy de Pedro Sánchez. Por lo visto y oído en estos más de ocho meses de Gobierno en funciones y en este mismo debate, mucho tendrían que cambiar las cosas en este PSOE encabezado por Sánchez para que modificara su posición.

Rajoy advirtió de que en la nueva etapa política habrá que acordarlo «todo». «Eso a mí no me asusta», advirtió. De hecho, recordó algunos de los grandes pactos de Estados en los que él ha participado, desde 1992, cuando intervino en los pactos autonómicos, pasando por el acuerdo del Majestic, el pacto antitransfuguismo, la reforma de la Constitución en su artículo 135 con Zapatero, el acuerdo sobre la política europea con Rubalcaba y el pacto por las libertades y contra el terrorismo yihadista, que firmó en La Moncloa con Sánchez. No se olvidó de su último gran acuerdo, el de Ciudadanos.

Pero todo resultó inútil porque nadie se movió un centímetro de sus posiciones. En el PP miran ya al escenario posterior a las elecciones autonómicas y vascas del 25 de septiembre, como si en ese momento fueran a cambiar las condiciones políticas. Rajoy ha asegurado que volverá a intentarlo después de este viernes. Si no es con el PSOE tendría que ser con el PNV (cinco diputados), pero su portavoz, Aitor Esteban, en precampaña electoral, fue muy beligerante contra Rajoy. Le molestó muchísimo que dijera algo tan básico como que España es una nación, la más antigua de Europa. Y a partir de ahí el pacto con el PP se le hizo prácticamente imposible.

Rajoy hace sus cuentas, que siguen sin salirle por el bloqueo del PSOE, pero desde la izquierda y los independentistas también hacen las suyas. Sánchez guarda silencio sobre sus intenciones reales a partir del viernes y se deja querer por sus socios potenciales. Mediante declaraciones ambiguas no ha descartado en ningún momento que vaya a presentar su candidatura alternativa. Podemos le anima a ello de manera clara, con más insistencia, y de momento menos exigencias, que en febrero pasado. Pero la formación de Iglesias no es la única que jalea a Sánchez.

Los independentistas catalanes están especialmente interesados en que el actual líder socialista ceda. Su objetivo es que intente formar un Gobierno alternativo, negociar con él y ofrecerle sus votos, imprescindibles, para que sea proclamado presidente del Gobierno. Eso sí, con una condición. que acepte un referéndum en Cataluña. Si Sánchez cediera y sumara a los nacionalistas catalanes y vascos, tendría los votos suficientes para ser presidente.

De momento, estamos ante la cuarta ocasión de la democracia en que es necesaria una segunda votación para la investidura, tras los precedentes de Calvo Sotelo, Zapatero y el propio Sánchez. Esta puede ser la segunda fallida, después de la del líder del PSOE en marzo pasado.

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