El Gobierno vasco considera que ETA «ha asumido un desmantelamiento policial»

El gabinete de Urkullu cree que el golpe a la cúpula es «un paso más en su final» y llama a reaccionar a la «izquierda abertzale»

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El Gobierno vasco considera que las detenciones practicadas por la Policía francesa y la Guardia Civil este martes contra la cúpula de ETA son «un paso más hacia el final» de la banda terrorista, según consta en una declaración constitucional emitida por el ejecutivo autonómico.

Esa declaración, que consta de tres puntos, comienza con la afirmación de que «el Gobierno Vasco ha manifestado reiteradamente que es deseable un final ordenado de ETA y ha trabajado por ello con propuestas concretas».

En ese sentido, el texto recuerda que el gabinete de Urkullu «ha elaborado una propuesta concreta para el desarme que se hizo pública el pasado 21 de diciembre. En la misma ya se advertía a ETA de que en Europa y en un estado de derecho, un final policial es un escenario que no puede descartarse».

«Rechazando las propuestas que se han puesto encima de la mesa y posponiendo su desarme y su final, ETA ha asumido, bajo su responsabilidad, la posibilidad de un desmantelamiento policial», continúa la declaración.

El último punto alude directamente a la «izquierda abertzale» a la que el Gobierno vasco indica que «debería reaccionar y dar, cuanto antes, los pasos que se espera que den. La propuesta del Gobierno vasco para articular un final ordenado de ETA sigue vigente».

«Ojalá sea el final de ETA»

Ante los medios de comunicación, tras dar a conocer la referida declaración, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka ha transmitido que «ojalá en esta ocasión fuera así», preguntado por si este golpe supone el final de ETA. «Lo cierto es que hemos escuchado en numerosas ocasiones a más de un responsable del Ministerio del Interior del Gobierno central hacer afirmaciones parecidas», ha matizado. «Ojalá en esta ocasión fuera así. El Gobierno vasco sigue dispuesto a seguir trabajando con su propuesta de ordenación del final de ETA».

Erkoreka ha insistido en que no han recibido comunicación oficial de ningún tipo, por lo que ha considerado que evaluar el alcance exacto de la operación «sería especular en el vacío». «Son personas que eran relevantes en la estructura de la organización terrorista, esto es innegable, eran decisivas y se situaban en la cúpula. Si es definitivo o irreversible, si el cierre es absoluto, y no queda ningún resquicio de ningún tipo, no lo sabemos».

De la izquierda abertzale ha indicado que «tiene un compromiso consigo misma y con su afirmación ética. Con la definición de la actitud que mantiene en relación con lo que ha sido la posición histórica de izquierda abertzale en relación con la violencia. Se le viene exigiendo una actitud ética, crítica con el pasado, y de condena sistemática de toda expresión de violencia, desde el presupuesto de que la violencia ejercida con pretensiones políticas es siempre negativa, es siempre injusta y es siempre, además, injustificable».

«Declaraciones en ese sentido, afirmaciones claras, contundentes todavía no la hemos escuchado», ha subrayado Erkoreka. «Es lo que en primer lugar tiene que hacer la izquierda abertzale. Ellos sabrán si realmente tienen capacidad de influencia o no, como para que los pasos que tenga que dar ETA en relación con el desarme y con el compromiso definitivo del abandono de la violencia y el cierre de su trayectoria histórica», se produzcan. «Si tienen influencia, que la ejerzan».

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