«Pros» y «contras» de las dos fechas electorales que baraja el Gobierno

Hace dos días el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya adelantó durante su entrevista concedida a la cadena Cope que «lo más probable es que el 20 de diciembre haya elecciones generales en España». Pero a pesar de estas declaraciones, el Ejecutivo aún baraja otra fecha para celebrar los comicios, en concreto el 13 de diciembre.

Ambas fechas tienen sus «pros» y sus «contras». De convocarse las elecciones generales el 20 de diciembre, el Gobierno contaría con más tiempo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Además, el Ejecutivo dispondría de una semana más para devolver el 25% de la paga extra de 2012 a los empleados públicos, cuyo pago se efectuará, tal y como anunció el viernes la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, «en las próximas semanas».

Sin embargo, con esta fecha el Gobierno tendría en su contra la cercanía de las vacaciones de Navidad, y la consecuente y posible perdida de votos debido a los habituales desplazamientos de los españoles en estas fechas.

Si los comicios se celebraran el 13 de diciembre, el Ejecutivo tendría a su favor que la fecha no es tan cercana a las vacaciones de Navidad. No obstante, en contra del Gobierno estaría la escasez de tiempo para aprobar los Presupuestos Generales del Estado. Esta fecha pone en riesgo que no pudieran salir adelante ya que deben ser aprobadas por ambas cámaras parlamentarias, y presentarse enmiendas en el Senado, podría no dar tiempo a aprobarlos.

De ser el llamamiento a las urnas el 13 de diciembre, los Presupuestos deberían estar aprobados el 19 de octubre, ya que el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones derbía entrar en vigor a más tardar el 20 de octubre. Esto es así por que la Ley Electoral obliga a que pasen 54 días desde que se publica el decreto hasta la celebración de los comicios. Por el contrario, si los comicios son el 20 de diciembre, el decreto debería estar listo el día 27 de octubre.

Con todo, lo más probable – tal y como ya anunció Rajoy – es que el Ejecutivo convoque las elecciones para el 20 de diciembre. Rajoy está dispuesto a sacrificar unos cuentos votos, a cambio de tener los presupuestos aprobados al final de legislatura.