El brindis por el «glamour» de las destilerías urbanas

El concepto de destilería «made in Spain» con proyección internacional es un proyecto en el que se han embarcado un pequeño grupo de empresarios españoles con Santamanía, una pequeña destilería que se está posicionando rápidamente en nuestro país y en el extranjero. Su producto estrella es la ginebra, cuya calidad les está abriendo las puertas en un sector de moda y extrmadamente competitivo. Su filosofía es vender algo más que una mera bebida espirituosa. El diseño en sus botellas se nota. «Vendemos calidad, glamur y pasión», afirman sus responsables.

El objetivo de una destilería como Santamanía no es competir en tamaño con grandes compañías, que son capaces de elaborar hasta 200.000 botellas diarias, frente a las mil o dos mil de la destilería madrileña, sino en calidad, basada en el modelo Craft.

Este tipo de catalogación destaca por su calidad, su elaboración en alambiques de cobre con ingredientes naturales y pequeñas partidas.

Concepto Craft

El concepto Craft está de moda. En la actualidad un 25% de los nuevos productos que se sacan al mercado tienen esta calificación que vienen a significar aquellos que es artesanal o denota destreza u oficio. Más de las mitad de los consumidores estadounidenses y un 60% de los británicos aceptan de buen grado pagar por estos artículos, aunque sean más caros, ya que «son de mayor calidad», asegura el consejero delegado de Santamanía, Javier Domínguez. En la elaboración de sus espirituosos (producen ginebra, vodka y ron) –indica– no utilizan conservantes ni similares, únicamente ingredientes naturales a fin de crear lo que el equipo directivo califica de «tesoro embotellado».

Con sus productos, la compañía pretende cambiar el concepto de cantidad por el de calidad. «Desde hace tiempo se lleva haciendo en el sector del vino, y poco a poco se está llevando también a cabo entre los espirituosos, y la ginebra no es una excepción», añade Domínguez. Por ello, afirma, quieren diferenciarse totalmente del ginebras tradicionales y apostar por hacerse una reputación alrededor de la calidad de sus marcas. «No usamos esencia en los botánicos que empleamos, sino una selección de ingredientes naturales como bayas de enebro, frambuesa, corteza de cítricos o cilantro», sostiene.

En el proceso de elaboración en la destilería, a la que definen como «realmente urbana», ya que junto a los alambiques destinados al proceso poseen una zona para realizar eventos. Respecto a los alambiques, que son de cobre, en contraposición a otras destilerías que emplean otros materiales como el aluminio, estos fueron especialmente diseñados por la compañía alemana Carl Distilleries and Brewhouses. En este proceso han querido, incluso, de dar vida propia a su destilería, bautizando a sus dos alambiques como Lola y Vera.

Actualmente, Santamanía exporta a 18 países, entre ellos Australia, Alemania, Bélgica, Canadá, Chile, Francia, Italia, Japón o México y confía en seguir conquistando nuevos mercados, para lo cual necesitan mejorar su equipamiento en I+D+i y crecer en instalaciones y desarrollo de negocio.

En su proceso de expansión nacional e internacional, Santamanía ha llevado a cabo un proceso de financiación mediante «crowfunding». «Hasta en este aspecto hemos querido diferenciarnos de otros», indica Domínguez, que asegura que han preferido acudir a esta plataforma de financiación por suscripción o colectiva, siendo la única empresa española de bebidas que se ha financiado en el extranjero.

Vínculos emocionales

«Queremos construir una marca con reputación. Buscamos un público “millennial” que cree vínculos emocionales con el proyecto. Aparte de capitalistas de referencia, esperamos contar con pequeños inversores, ya que se puede invertir desde 10 a 40.000 libras en varios tramos, según la legislación británica. Por lo que cuesta un gintonic se puede participar en el capital de la empresa y ser accionista de una destilería», afirma el CEO de Santamanía.

La plataforma elegida ha sido la británica Crowcube, que actualmente tiene 3.000 millones de libras invertidos en distintos procesos y abarca el 48% del mercado en el Reino Unido. Su proceso de selección a la hora de avalar un proyecto es muy exigente. Tan solo se aprueban el 1,5% de los mismos.

El proceso de «crowfunding» ha sido un éxito. La compañía logró en solo seis días el cien por cien del capital previsto, 460.000 euros, aunque ya ha superado el millón de euros.