El Talgo I fue el primer tren desarrollado por la empresa española Talgo en 1942
El Talgo I fue el primer tren desarrollado por la empresa española Talgo en 1942 - Archivo de ABC

Talgo: el tren que motorizó a España pone rumbo a la Bolsa

La compañía, creada en 1942, anunció el pasado martes su intención de comenzar a cotizar a través de una oferta pública de venta (OPV). Repasamos sus hitos y modelos emblemáticos

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El tren español más emblemático anunciaba esta semana su partida hacia una nueva estación. La histórica compañía ferroviaria Talgo anunció el pasado martes su intención de salir a Bolsa a través de una oferta pública de venta (OPV), una operación que se materializará durante la primera mitad de este año.

La salida al parqué será el broche de oro a la etapa dorada de la compañía, que en los últimos años ha logrado jugosos contratos, como el tren de alta velocidad que unirá las ciudades saudíes de La Meca y Medina, un pedido valorado en unos 1.600 millones de euros; la fabricación de los nuevos trenes que unirán Moscú con Berlín, Varsovia y Minsk o los sucesivos acuerdos para el mantenimiento y renovación del parque ferroviario de Kazajistán, por valor de más de 1.500 millones de euros.

De la posguerra a la alta velocidad

La Talgo actual, a la que los inversores atribuyen un valor cercano a los 1.000 millones de euros, poco se parece a aquella Patentes Talgo, S. A. que crearon en 1942 Alejandro Goicoechea y José Luis Oriol Urigüen y que dió sus primeros pasos en mayo de 1941 con el ensayo en la línea entre Leganés y Villaverde de unas innovadoras estructuras triangulares para unir los ejes de los vagones. Solo unos meses después, en octubre de ese año, daba su gran salto adelante con las pruebas del Talgo I, capaz de alcanzar los 115 kilómetros por hora.

La década de los 50 sería la de la consolidación de la empresa sobre las vías españolas. En enero de 1950 llegan a España tres locomotoras y 32 coches Talgo II construidos en los talleres de la American Car Foundry (A.C.F.) en Estados Unidos con diseño y supervisión de los ingenieros españoles, y entre julio y diciembre de ese año los trenes de ese modelo comienzan a prestar servicio en las principales líneas españolas, ofreciendo velocidades hasta entonces inéditas de 120 kilómetros por hora. El éxito del modelo, que se mantuvo en funcionamiento durante más de veinte años, fue arrollador.

El siguiente paso de la empresa vino de la mano del Talgo III y las locomotoras tipo 2.000T, que entraron en servicio en 1964 para cubrir la línea Madrid - Barcelona. Sin embargo, el gran salto tecnológico llegó en 1980, cuando comenzaron los servicios del nuevo Talgo Pendular, dotado con cajas que se inclinaban hacia el interior de las curvas, reduciendo sensiblemente la sensación de movimiento y aumentando la comodidad de los pasajeros.

Expansión internacional

Durante la segunda mitad de los años 80 la empresa comenzó en serio su expansión internacional, con la integración en mayo de 1987 en la red Eurocity de sus trenes de larga distancia. En mayo de 1988 Talgo da el salto a América con las pruebas con éxito de una composición de tren Talgo Pendular para la línea que une Boston con Nueva York.

En la década de los 90 a Talgo se le comenzó a poner cara de velocidad. En diciembre de 1990 una formación de coches Talgo Pendular alcanza en el Banco de Pruebas de Munich los 500 kilómetros por hora, batiendo el récord de velocidad existente hasta entonces en las instalaciones. Mientras tanto, sigue profundizando en su aventura internacional, con importantes contratos en Estados Unidos (para la línea entre Washington D. C. y Filadelfia, y la línea Seattle - Portland) y Alemania.

El T350 es el modelo de alta velocidad más vendido en España

La llegada del siglo XX trajo la consolidación de la empresa en el mercado de la alta velocidad. A partir de 2000 Talgo comenzó a experimentar con el que sería el exitoso modelo T350, el tren de alta velocidad más vendido en España (con un 50% de la cuota de mercado y el que dará servicio a la línea de alta velocidad entre La Meca y Medina), un modelo capaz de superar los 300 kilómetros por hora.

La empresa tiene ahora puesta su mira en Turquía, donde tiene intención de pujar por los nuevos proyectos de ferrocarril que baraja el gobierno turco gracias al tren de muy alta capacidad y muy alta velocidad «Avril», un vehículo que puede transportar a un máximo de 600 viajeros en un sólo piso gracias a la incorporación de una fila adicional de asientos en clase turista. Un modelo que, según esperan sus propietarios —el 'holding' Pegaso Rail International, controlado en un 63 % por Trilantic Capital Partners, en otro 20,3 % por la familia Oriol y en el 16,2 % restante por el fondo MCH Private Equity—, permitirá a la empresa seguir circulando a toda velocidad por el siglo XXI.

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