Vendée Globe

Cocinando a 20 nudos de velocidad en el virulento océano Índico austral

Isabelle Joschke a bordo del «MASCF» navega en el puesto noveno y es la primera mujer entre los cazadores. Frialdad de Charlie Dalin navegando en medio de la borrasca con el «Apivia»

@DuryAlonso

La flota participante en la Vendée Gobe se desplaza hacia el “este” paralela del continente de la Antártida respetando la línea de seguridad de límites al sur por los hielos a la deriva desde que navegan en los cuarenta rugientes.

Vientos y mares virulentos, es la tónica meteorológica en el reino de los cielos grises al estar siempre encapotado, pocas veces se puede ver el sol en el Índico Sur. La relativa proximidad de las costas antárticas hasta el paralelo 65° Sur entre Sudáfrica y Australia, crean una pared natural que encajona los diferentes sistemas meteorológicos como las borrascas, anticiclones, dorsales y los frentes que se mueven hacia el este.

Algo tan sencillo como cocinar a bordo de un IMOCA puede ser toda una aventura, aunque Isabelle Joschke parece que lo tiene bastante dominado viendo las imágenes del vídeo que ha enviado desde a bordo del «MASCF». Joschke es la primera mujer mejor colocada entre el grupo de cazadores a por el líder Charlie Dalin, navega en la novena posición de la general. La joven Clarisse Cremer marcha en el puesto 13 con el «Banque Populaire», Pipa Hare en el puesto veinte con el «Medallia», Alexia Barrier en el 22 con el «TSE – 4myplanet» y Miranda Merron a bordo del «Campagne de France» en el 23. Entre la posición de Joschke y la de Merron les separan 2.904,2 millas.

"Ha sido la peor tormenta a la que me enfrentado desde el inicio de la Vendée Globe", así de claro calificaba Charlie Dalin la dura navegación que ha vivió durante las ultimas horas a bordo del «Apivia». A las 04:30 horas de hoy miércoles (08 de noviembre de 2020) Jacques Caraës, director de regata: “Actualmente, a medida que avanza al borde de la depresión, los archivos muestran 45 nudos de viento con rachas de 50, 55 nudos”.

Charlie Dalin ha recogido los hidroalas del «Apivia» para controlar el ritmo del barco e incluso ha enrollado las velas de proa y rizado la vela mayor al máximo, reduciendo su velocidad hasta los 14 nudos. Y aunque en las próximas horas los vientos bajen a los 40/45 nudos, a bordo tendrá intensidades de 30 nudos.

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