Los problemas de España

El partido de Holanda, resuelto con un triste tropiezo (2-0), sirve para la estadística y lo mejor es que los amistosos son eso, amistosos. España ha perdido en siete de los últimos 15 desde que ganó el Mundial de 2010 y no da la talla ante rivales de entidad, por mucho que esta Holanda, la del martes, sea un equipo menor y al que le salva el nombre. A la selección de Del Bosque ahora no le basta ni con eso y sigue buscando una alegría para impulsarse de nuevo. Las cosas no marchan.

Hay un problema de autoestima por mucho que la base de este grupo sea la misma que conquisto la gloria no hace tanto. Es como si de golpe España hubiera dejado de creer

, todavía aturdida por el desastroso Mundial de Brasil. Ese 5-1 del debut, precisamente contra Holanda, aún escuece y Del Bosque trata de recomponer a los chicos desde el diván.

Existe también, o al menos eso la parece, un problema de tensión. Los amistosos no acaban de motivar y la fase de clasificación tampoco es que emocione. Eslovaquia, Ucrania, Macedonia, Bielorrusia y Luxemburgo son rivales del grupo medio o bajo (sí, se perdió contra Eslovaquia) y España anda a trompicones e incluso pasa dificultades. «No es un tema de actitud», defiende Piqué, molesto el vestuario cuando se duda del compromiso.

La plantilla era del todo reconocible en su momento y ahora parece un casting sin fin. Desde Brasil, ya han debutado 14 jugadores y se suceden las pruebas sin demasiado éxito. De los que han entrado, las mejores noticias son las de Paco Alcácer e Isco, quizás un poco Morata, y poco más. Sí se asume que otros jóvenes serán el futuro de este equipo, véase el caso de Carvajal o Bernat, pero de momento el único que parece fijo es Isco.

El problema mayor es el de la falta de goles, más que nada porque el fútbol consiste en eso. España nunca ha sido una máquina realizadora ni siquiera cuando ganó el Mundial o la última Eurocopa (la final contra Italia de 2012 sí, que fue un 4-0), pero controlaba siempre la situación y con uno bastaba. Ahora se genera peligro, aunque se remata poco.

España está ahora mismo hipotecada al plan ideado para jugar con Diego Costa. El delantero del Chelsea es la asignatura pendiente de este equipo, un agujero negro que no funciona. Entre las lesiones, su mal fario y la falta de acierto, Costa genera debate permanentemente y la selección busca un plan «B». De momento no lo encuentra.