Baloncesto

Isaiah Thomas, de las lágrimas por la muerte de su hermana al renacer en la NBA

El base, del estrellato al anonimato en solo unos años, se asegura un contrato con los Charlotte Hornets lo que queda de temporada

Thomas, durante un partido con los Hornets esta temporada Reuters

P. Lodeiro

Isaiah Thomas (Tacoma, 1989) posee una de esas historias que demuestran que en el deporte de élite no todo es felicidad. El base llegó a ser uno de los más determinantes de la NBA en 2017 con los Boston Celtics pero, tras una serie de circunstancias personales y físicas, el talentoso jugador perdió el aura y se quedó sin equipo en 2019. Fue la pandemia, que en los primeros meses de la actual temporada dejó a los conjuntos bajo mínimos, la que le dio una segunda oportunidad en su carrera. Tras estar a prueba en varios equipos (Lakers, Mavericks) con contratos de diez días, como un becario, finalmente ha conseguido un puesto fijo en los Charlotte Hornets hasta final de temporada.

Thomas, pese a su peculiar físico en un deporte de gigantes (1,75 metros de estatura), siempre contó con un buen cartel de anotador desde el instituto. Un hombre fiel que decidió unirse a la universidad de su estado natal (Washington, al noroeste de Estados Unidos) para liderar a los 'Huskies' durante tres temporadas, en las que promedió 16,4 puntos por encuentro. Estadísticas que le permitieron dar el salto a la NBA en 2011 , aunque su entrada en la mejor liga de baloncesto del mundo fue por la puerta de atrás, seleccionado por los Sacramento Kings en el puesto 6o del Draft.

Thomas, ante Felipe Reyes en un amistoso entre los Celtics y el Real Madrid (2015) Reuters

Su estatura y su gran capacidad para perforar la canasta rival le convirtieron rápidamente en un jugador afable, de esos que gustan al aficionado sin que las rivalidades interfieran. Thomas se unía con el paso de las temporadas a ese grupo de bajitos que, con talento y sin complejos, consiguieron hacerse un hueco en la NBA, como Earl Boykins (1,65), Spud Web (1,68) o Muggsy Bogues (1,60) .

Tras tres temporadas en la capital de California y una en los Phoenix Suns, los Boston Celtics, un gigante que intentaba reconstruirse tras la marcha de su constelación de estrellas (Rajon Rondo, Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen), apostaron por él, aunque el resultado fue mucho más beneficioso de lo que ambas partes esperaban en un principio. Thomas, de la noche a la mañana, se convirtió en el líder del equipo , que volvió a competir cara cara contra las grandes franquicias de la costa este.

En 2017, los verdes llegaron a las finales de conferencia tras destrozar a los Washington Wizards en las semifinales. Fue contra los de la capital, en el segundo partido de la eliminatoria, donde Thomas firmó una de las actuaciones más potentes que el Garden de Boston haya visto en su dilatada historia. 53 puntos en total y 29 de ellos en el último cuarto para vencer a los Wizards (129-119) y encarrilar su pase a las finales del este.

Una exhibición que, sin embargo, estuvo precedida por la tragedia. Su hermana Chyna, de solo 22 años, murió en un accidente de tráfico a solo 24 horas del debut de los Celtics en las eliminatorias de esa campaña. Aún pone la piel de gallina la imagen de un Thomas destrozado, entre lágrimas y arropado por su compañero Avery Bradley , en el banquillo local antes de jugar contra los Chicago Bulls. Isaiah pidió jugar el partido. Anotó 33 puntos pese a la derrota.

Thomas y los Celtics separaron sus caminos solo una semanas después en uno de los traspasos más potentes de aquel mercado estival. Kyrie Irving llegó a Massachusetts y el base acabó en los Cavaliers de LeBron James, con los que no pudo debutar hasta enero de 2018. Sacudido por una lesión de espalda , el jugador perdió relevancia y comenzó su descenso a los infiernos. Un mes después de su debut fue traspasado a los Lakers y en verano acabó en los Denver Nuggets. Tras una temporada en Colorado, firmó por los Wizards, donde fue utilizado de moneda de cambio de nuevo. Los Clippers, tras solo unos días en su vestuario, decidieron rescindirle el contrato en febrero de 2020.

Con lágrimas una vez más en sus ojos, pero esta vez por no poder seguir con su carrera, el base alternó en los siguientes meses un contrato esporádico (Pelicans) con la liga de desarrollo, un arca de Noé de jugadores desechados por la NBA que están a la espera de que alguna circunstancia les permita volver a la cima. Fue la variante Ómicron , que dejó agujereadas a las plantillas (los equipos sumaban hasta diez bajas por Covid) la que relanzó a Thomas. Tras tres contratos de 10 días (Lakers, Mavericks y Hornets) han sido los de Charlotte los que han hecho fijo al veterano base. Estabilidad al fin para un talento que se esfumó y que ahora renace.

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