Curro de Candela reúne en «Afrogitano» los ritmos flamencos y cubanos

Curro de Candela irrumpe en la escena madrileña con su primer espectáculo, «Afrogitano», en el que sigue, en cierto modo, la estela de Joaquín Cortés. Lo hace en la fusión sobre el escenario de dos culturas: la afrocubana y la flamenca. Este espectáculo, ha dicho el joven bailaor, es un reflejo de sus inquietudes artísticas y de lo que son sus cimientos como bailaor y como músico. Curro de Candela procede de una familia profundamente flamenca y artista. Su madre, Candela, es una cantaora largo tiempo vinculada al Corral de la Morería. Y, por parte, su padre está emparentado con los Greco (cuyos máximos representantes son el desaparecido José Greco y su hija Lola). Ha trabajado junto a artistas como Cristóbal Reyes, Joaquín Cortés, Merche Esmeralda, Manolete o María Juncal.

«“Afrogitano” -dice el bailaor- habla de sentimientos y emociones humanas, que crea diálogos a través de la danza y la música sin perder nunca la garra, la fuerza y la elegancia del flamenco. «La obra sigue un hilo conductor aparentemente arbitrario y que deja entrever rasgos autobiográficos buscando un alto grado de identificación entre el espectador y los personajes en escena, golpeados por la soledad, el desamor, la desolación, el dolor, así como la alegría, la felicidad o la pasión, sentimientos universales a los que todos nos enfrentamos en nuestras vidas».

Curro de Candela cuenta para «Afrogitano» con dos artistas invitados, que son el bailaor Miguel Cañas y la bailarina cubana Suramy Suárez. La dirección y la composición musical son de Juan José Salazar, «Paquete» -antiguo integrante de La Barbería del Sur-. Intervienen en el espectáculo además siete músicos y seis bailarinas.