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Cristina Silva, la gaditana que aspira a la corona de Miss Internacional

La modelo, de 22 años, lleva más de dos semanas en Tokio, donde este jueves se celebra la gala final

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Se llama Cristina Silva, nació y vive en Cádiz, en La Laguna, tiene 22 años y estudia para ejercer de higienista buco-dental. Pero su sueño, ahora cumplido, ha sido siempre el de representar a España en un concurso de misses.

Cristina Silva aspira este jueves a convertirse en Miss Internacional, uno de los certámenes de belleza más importantes del mundo. En realidad, más que un concurso de belleza, el Miss Internacional busca a una embajadora de la paz perfecta, una mujer que además de cualidades físicas, destaque por sus talentos, conocimientos y valores.

La gaditana fue coronada el pasado verano como Miss Internacional España, presentándose como Miss Internacional Sevilla. El delegado provincial de la franquicia que organiza este concurso, Vicente Jiménez, está junto a la joven modelo desde el principio de este sueño.

Unas aspiraciones que se deciden este 5 de noviembre en Tokio, en la gala final de un concurso que ha durado semanas.

Cristina Silva lleva más de dos semanas en el país asiático junto a otras 77 candidatas. «Hoy ser miss es un trabajo, una imagen de la marca que representas», cuenta Vicente Jiménez. Un trabajo que le permite apenas dormir cuatro horas al día y que la lleva a protagonizar ruedas de prensa, a desfilar y a defender su opinión sobre el papel de la mujer en la sociedad actual. Cristina y sus compañeras cumplen un protocolo a rajatabla para encumbrarse como Miss Internacional, un concurso fundado en Miami en los años 70, parangonado o incluso superior entonces a Miss Universo, y que ahora se celebra en la capital japonesa.

España es el país que más finalistas ha clasificado, y tres de sus bellezas han resultado ganadoras absolutas. La última vez, la zaragozana Alejandra Andreu, que se coronó en 2008 como Miss Internacional con apenas 18 años.

Silva, encantadísima con la experiencia, destaca el alto nivel de las aspirantes. Sus favoritas son Venezuela, Brasil, Filipinas y Tailandia. Pero ella, con su 1'80 de estatura, su simpatía y su incansable empeño, tambien tiene opciones de colarse entre las 15 finalistas. Este martes se celebró una preliminar en la que desfiló cen traje regional y traje de noche. En la prueba de talento, Cristina mostró ante los jueces una sevillana-rumba preparada por una profesora gaditana.

52 kilos de ropa se ha llevado Silva a Tokio, donde ha tenido que realizar tres cambios al día. Todo el look de diario lo firma la arcense Margarita Muñoz. El vestido de noche que lucirá en la final, que se desarrollará en Shinagawa Prince Hotel Hitten Hall ubicado en Minato, Tokio, es de Arsenale. Se trata de un tul de seda bordada en chantilly francés, con lentejuelas y cristales de swarovsky.

La gaditana también va a vestir estos días creaciones del sevillano Felipe Duque, la sanluqueña María Ávila o La orejita triste. Las joyas son de Antonio Ares y el traje regional con el que abrirá la gala final es obra de Ernesto Sillero y es el mismo con el que ganó el concurso novel del pasado Simof.

La corona de Miss Internacional a la que aspira Cristina Silva conlleva un importante premio en metálico y el compromiso de ejercer como Miss Internacional, viajar por todo el mundo, aunque con sede en Tokio.

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