«El pensamiento hindú es inmensamente rico y puede enseñarnos mucho en el tema de la consciencia»

El reconocido escritor y editor italiano Roberto Calasso recibió ayer el Premio Formentor 2016

PALMA DE MALLORCA Actualizado: Guardar
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La isla de Mallorca vuelve a tener una nueva cita, la novena, con las Conversaciones Literarias de Formentor. Este evento cultural de primer nivel se desarrollará este fin de semana. El tema de debate elegido para esta edición ha sido «Espíritus, fantasmas y almas en pena. Historias del más allá en la literatura».

Por lo que respecta al autor galardonado este año con el Premio Formentor, Roberto Calasso (Florencia, 1941), es un referente intelectual en Europa. Licenciado en Literatura Inglesa por la Universidad de Roma, con apenas veinte años de edad empezó a trabajar en Ediciones Adelphi, una de las más prestigiosas editoriales italianas. En Adelphi fue primero director literario, luego consejero delegado y posteriormente presidente.

Uno de los temas predilectos de Calasso ha venido siendo el de la relación entre mitología y literatura.

Entre sus obras cabe citar «Los jeroglíficos de Sir Thomas Browne» o «La ruina de Kasch». Sus libros han sido traducidos a numerosos idiomas y su trabajo ha sido valorado ya con diversos galardones, entre ellos el «Reconocimiento al Mérito Editorial» de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en 2004 o el «Premio Gogol» en 2011.

¿Qué significa para usted que le hayan concedido el Premio Formentor?

Es el premio que siempre he admirado más, desde sus inicios y me acuerdo perfectamente de las circunstancias. Por esto, he seguido de cerca toda la historia ya desde los primeros años, con la satisfacción de que además participaban nuestros editores y escritores como Einaudi, Calvino, Moravia, Vittorini... Son decisiones que siempre han sido deslumbrantes, es una historia siempre muy singular y muy feliz y esto aumenta mi placer de estar aquí. El único escritor italiano que ha recibido el premio es Gadda y estoy contento hoy de publicar su obra completa en la editorial Adelphi

Teniendo en cuenta el título de la edición de las Conversaciones de este año, ¿cree en los espíritus, los fantasmas o las almas en pena?

Es un tema enorme. He visto la lista de libros de los que se hablará y todos, sin excepción, son muy interesantes y muy singulares, y por eso hay mucho que decir sobre este tema.

Quiénes sí ocupan una parte significativa en su obra son los dioses de las diferentes mitologías...

Están por todas partes, pero sobre todo hay uno de mis libros, «Las bodas de Cadmo y Harmonía», en el que hago referencia a los mitos griegos, y en otro de mis libros, «Ka», vemos sobre todo los mitos hindúes. Estos son los dos grandes bosques de la historia sobre los cuales he escrito, pero evidentemente también hago referencia a otras historias, a otros mitos, por ejemplo en el libro «El cazador celeste», que todavía no se ha publicado en español. Allí aparecen otras historias.

¿Por qué siente ese interés tan especial por la filosofía y la mitología hindú?

Creo que el pensamiento védico es inmensamente rico y creo que todavía hoy puede y debe ser, en parte, descubierto, además de enseñarnos mucho, sobre todo en el tema de la consciencia.

¿Se considera más novelista o más ensayista?

No me considero ninguno de los dos, me considero escritor.

¿Qué es lo que más ha cambiado en el mundo de la edición desde que usted empezó a trabajar en Adelphi?

Muchas cosas y nada, en el sentido de que la impresión de libros es muy diferente, ahora se hace vía informática, pero los mecanismos de elección y elaboración del programa editorial son absolutamente iguales hoy como entonces. Es decir, se parte de cero y se construye una forma.

¿Qué piensa de la posibilidad de acceso que da hoy Google para poder encontrar miles de libros?

Es obviamente un instrumento muy útil, sobre todo para los trabajos de investigación, pero tengo la impresión de que no se disfruta mucho, sobre todo para aquellos que escriben libros.

La paradoja es que teniendo ahora tantos textos y tanta información a nuestro alcance quizás deberíamos ser hoy más sabios y tolerantes, pero parece que no es así...

Ciertamente, no.

Usted también fue traductor, ¿traduttore, traditore?

Sí, he traducido. Lo primero que traducí fue un texto español, la autobiografía de Ignacio de Loyola. Después Nietzsche y Karl Kraus.

En un mundo en constante cambio y con algunos peligros nuevos que acechan, ¿dónde debemos buscar los referentes?

No lo sé.

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