Fundación Unicaja

«Este cuadro debe ser de un español, preséntamelo», dijo Picasso ante una obra de Peinado

Inaugurada en la Fundación Unicaja una muestra inédita de 81 obras de los artistas que se encuentran en las vanguardias

Inauguración de la exposición de Pablo Picasso y Joaquín Peinado Raúl Doblado

Amalia F.Lérida

«¿Qué queremos pintar, lo que hay en la cara, lo que hay dentro de la cara, o lo que hay detrás de ella?». Esta es una de las célebres citas que expresan la creatividad de Pablo Picasso, el artista malagueño que justo después de 93 años del primer encuentro vuelve a «estar» con su amigo el pintor rondeño Joaquín Peinado.

«Este cuadro debe ser de un español, preséntamelo» , fue lo que dijo Picasso cuando vio una obra de Peinado en París. Ahí comenzó una amistad irrenunciable que terminó con la muerte.

Pero ahora vuelven a unirse, y en Sevilla, en una exposición que ha gestionado íntegramente la Fundación Unicaja y que ayer se inauguró oficialmente en su sede de la Avenida de la Palmera en un acto al que acudieron, entre otros, lacConsejera de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, Patricia del Pozo y el presidente de dicha entidad, Braulio Medel .

Se trata de una muestra en la que se pinta lo que hay en la cara, dentro y detrás, a través de 81 obras de esos artistas que se conocieron en París en 1924 y mantuvieron un relación maestro-alumno que sirve de hilo conductor de esta exposición que, según dijo ayer en rueda de prensa Medel es «inédita, original, nueva» y a la que no descartó llevar a Málaga después de esta experiencia de Sevilla que ha llevado más de tres meses de «ingente trabajo«.

«Pablo Picasso y Joaquín Peinado. Encuentro en las vanguardias» transmite al visitante un discurso directo en el que cada obra de Picasso es correspondida por Peinado, como réplica y diálogo entre afines. La inauguración de la exposición coincide con el aniversario del nacimiento de Pablo Ruiz Picasso, el 25 de octubre de 1881.

Está compuesta por un total de 81 piezas, de las que 36 pertenecen a él y 45 a Joaquín Peinado. Abarcan las más diversas técnicas, formatos y temáticas. D el óleo a la acuarela pasando por la litografía, el aguafuerte, el dibujo o la escultura . De bodegones y naturalezas muertas a retratos, tauromaquias, personajes literarios, desnudos de mujer o figuras de animales.

En ella hay obras que forman parte ya del arte universal, como «Los Segadores», «El pintor y la modelo», «Retrato de Olga» o «Verre, poire et citrón».

El visitante podrá adentrarse en un espacio presidido por el cubismo a lo largo de un recorrido que arranca en la planta baja del centro Fundación Unicaja de Sevilla, con un espacio denominado «Cubismo. Escuela de vanguardias» , en el que se pone de relieve el nuevo lenguaje plástico creado por Picasso y cómo su irrupción cambió para siempre la historia de la pintura. «Los segadores» (1907), «Botella de Bass, guitarra, diario y copa sobre una mesa cuadrada» (1913-1914) o el monumental «El pintor y la modelo», de 1963, son magníficos ejemplos sobre los que pulsar su origen, desarrollo y consecuencias.

La exposición, que gestiona íntegramente la Fundación Unicaja, está compuesta por un total de 81 piezas, de las que 36 pertenecen a Pablo Picasso y 45 a Joaquín Peinado

La siguiente sala, titulada « Neocubismo. Ventana abierta a una nueva pintura», protagoniza los primeros pasos pictóricos del Peinado parisién. Se exhiben aquí el neocubismo de «Velador» (1925) o «Frutero» (1929), de Peinado, que Picasso había avanzado en óleos como «Frutero» (1917) o «Verre, poire et citrón» (1922).

En la siguiente sección «Retorno al orden, Neoclasicismo y Nuevos Realismos» s e plasma el fuerte impacto que la obra picassiana causó en Peinado en sus primeros años parisinos. El retorno a la forma clásica, preponderante en Picasso entre 1919 y 1924, fue el pilar en el que Peinado se apoyó cuando llegó a París en 1923, y fue justamente el abandono de ésta por parte de Picasso el que marcó el inicio del Peinado neocubista.

Con «Bodegones en la frontera de la abstracción» continúa el recorrido expositivo, en el que Peinado moldea su cubismo y su influencia picassiana, también con guiños a Paul Cézanne.

En la siguiente sala, llamada «Triunfo de la forma y el objeto. Naturalezas muertas» , finaliza la primera parte del recorrido. Se trata de todo un ejemplo de armonía poscubista, donde se exhiben obras de Picasso, como «Nature morte à la pasteque» (1962) o «Naturaleza muerta con jarra de gres» (1947); y de Peinado, como «Bodegón cubista» (1955) o «Bodegón de las peras». (1942).

El visitante podrá adentrarse en un espacio presidido por el cubismo, justo 93 años después del primer encuentro entre Picasso y Peinado en París

En la planta alta continua la exposición en la sala «Triunfo de la forma y el objeto. Figura humana», donde se inicia la segunda parte del itinerario. Aquí se encuentran lienzos como «Don Quijote» (1947), gran ejemplo de la formulación geométrica y abstracta que adoptaron muchas obras de Peinado entre 1945 y 1954, y que Picasso aplicó a sus figuras, como se puede apreciar en «Claude en marrón y blanco» (1950) o «Mousquetaire à la pipe» (1968).

Se exhibe a un Peinado que distribuye color y luz, con contundentes trazos negros, distribuidos con rigor, dentro de espacios sencillos y armónicos, generando composiciones claras y eficaces. Buenos ejemplos son «Bodegón con busto y platos de frutas» (1949) o «Dama sentada» (1961).

Con «La belleza plástica del cuerpo» prosigue la muestra, un apartado en el que los dos artistas, del natural o a través de fotografías o recuerdos, adoptan diferentes lenguajes plásticos, enfoques y diversas pretensiones del desnudo, desde las profundas simbologías picassianas a lo humorístico y formal de Peinado, con la mujer, siempre, como protagonista absoluta y principal.

Toros, palomas, cabras y caballos monopolizan el último apartado de la exposición, titulada «Fisonomías y formas animales», todos sometidos a profundas metamorfosis y transformaciones en la obra de los dos artistas.

De Picasso se exponen 36 obras: nueve óleos, dos dibujos, 16 grabados, dos acuarelas/gouaches, seis cerámicas y una escultura; mientras que se han recopilado 45 trabajos de Peinado: 24 óleos, cinco dibujos, tres grabados y 13 acuarelas/gouaches.

Las 81 piezas reunidas en esta exposición provienen gracias a la cesión de obras del Museo Picasso Málaga, la Fundación Picasso - Museo Casa Natal de Málaga, el Museo Unicaja Joaquín Peinado de Ronda, el Museu Picasso Barcelona, la Galería Guillermo de Osma, el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la Fundación María José Jove de A Coruña, el Artium de Álava, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y la Colección Carmen Thyssen-Bormenisza.

Algunas de esas obras tienen un valor de mercado muy alto , según dijo ayer Braulio Medel, que agradeció a esas instituciones el apoyo mostrado para la gestión y organización de la exposición.

Esta ambiciosa muestra que ayer se inauguró en Sevilla aumenta la amplia producción propia de la institución , que en este año 2019 ha organizado ya «Sorolla tierra adentro» (Sevilla y Málaga), «Geometrías sutiles. Poemas de Antonio y Manuel Machado», «La visión en España en la pintura victoriana y la pervivencia del modelo romántico» o «Divina Alusión. Religión y Religiosidad en la Colección de Arte Fundación Unicaja. Siglos XVI-XXI».

La muestra se podrá visitar hasta el próximo 26 de enero de lunes a viernes de 9 a 14 horas y de 16 a 20 horas. Los sábados, domingos y festivos, de 9 a 14 horas.

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