Cuatro extrañas tormentas azotan Saturno al mismo tiempo

El fenómeno sirve para entender mejor la meteorología de la Tierra en circunstancias extremas

Una de las tormentas gigantes captadas por la sonda Cassini NASA / ESA / ASI
Patricia Biosca

Patricia Biosca

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El 29 de marzo de 2018, un astrónomo aficionado brasileño avistó una mancha blanca y brillante cerca del polo norte de Saturno . Después de esa primera detección, los «ojos telescópicos» en la Tierra apuntaron hacia aquel fenómeno, que a los pocos días creció hasta abarcar una franja parecida a todos los EE. UU. ( 4.000 kilómetros de longitud ). Los astrónomos pensaron que estaban ante una nueva tormenta del planeta anillado. Pero entonces se formó una segunda mancha más al norte. Después una tercera e incluso una cuarta cerca de la región polar, lo que dejó pasmados a los expertos: jamás se habían visto varias tormentas a la vez .

Este es el centro del estudio publicado en « Nature Astronomy » y liderado por el Grupo de Ciencias Planetarias de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El equipo, en el que también han participado profesores de la Escuela Técnica Superior de la Ingeniería de Bilbao junto con otros investigadores internacionales, ha seguido durante meses este raro fenómeno para intentar comprender algo más acerca de las tormentas del gigante gaseoso, que parecen compartir mecanismos similares con las que se producen en la Tierra, solo que con carácter aumentado.

«Nos rompió los esquemas»

«Nos rompió los esquemas, porque nunca habíamos visto que varias tormentas se disparasen a la vez», explica a ABC Agustín Sánchez Lavega , quien lidera el estudio. Durante los meses en los que se estudiaron los fenómenos los investigadores pudieron observar que las manchas se desplazaban a diferentes velocidades: mientras que la primera mancha situada más al sur se movía a 220 kilómetros por hora hacia el este , la que estaba más al norte recorría tan solo los 20 kilómetros a la hora en dirección oeste .

Además, entre ellas ocurrían interacciones que provocaban perturbaciones atmosféricas que se propagaban rodeando toda la región polar de Saturno. « Eran como coches de carreras, chocando unos con otros », ejemplifica Sánchez Lavega. «Se trata de algo parecido a lo que ocurre en el Mediterráneo con la famosa gota fría, pero a niveles gigantescos». Por otro lado, por primera vez se observaban tormentas de tamaño mediano: hasta la fecha se conocían las gigantescas y raras tormentas llamadas « grandes manchas blancas », visibles con nuestros telescopios; y Cassini descubrió otras de carácter más pequeñas y aisladas, imposibles de observar desde la Tierra. Estas estaban a caballo entre ambas.

Tormenta polar de Saturno de 2018. En el panel superior se muestra una imagen completa del planeta obtenida por el Telescopio Espacial Hubble el 6 de junio de 2018. Los números 1 y 2 dentro del recuadro sobre el polo norte señalan las dos tormentas principales que aparecen como nubes blancas. En la parte superior del panel inferior se muestran las mismas tormentas observadas por el Telescopio Espacial proyectadas sobre un planisferio, mientras que en la secuencia inferior del mismo panel se muestra la interacción entre las dos tormentas simulada por ordenador. Los números identifican las tormentas. Universidad Politécnica de Cataluña -- UPV/EHU

Saturno: laboratorio de tormentas gigantes

A pesar de las diferencias evidentes, S aturno y la Tierra guardan algunas semejanzas , lo que convierte al mundo anillado en un laboratorio natural y gigantesco para comprender fenómenos terrestres, como las propias tormentas, pero en ambientes extremos. «Saturno está inclinado, igual que nuestro planeta, lo que quiere decir que posee estaciones . Además, debajo de la capa de gas de amoniaco que podemos ver con nuestros telescopios, enterradas a unos 200 kilómetros, existen nubes de vapor de agua semejantes a las de la Tierra», explica el astrofísico.

Y las tormentas no solo son más grandes en dimensiones, sino también en la escala temporal: estas manchas se pueden ver cada 30 o 60 años -Saturno tarda tres décadas en dar una vuelta al Sol- y además se perpetúan durante meses. «En la Tierra, las tormentas de este tipo duran a lo máximo unos días, pero en Saturno, la primera de todas las manchas estuvo activa más de siete meses », indica Sánchez Lavega.

Todos estos fenómenos, incluidas estas tormentas simultáneas, han sido observadas solo en el hemisferio norte, nunca en el sur, punto que también intriga a los investigadores. «Para ser honestos, no se puede decir que no ocurran , ya que desde nuestra perspectiva, los anillos tapan parte del hemisferio sur , por lo que sí podrían darse estos eventos, pero no haber sido captados nunca por el hombre», explica el experto. Y existe también otro enigma aún no descubierto: cómo se originan estos fenómenos. «La atmósfera de Saturno no facilita que el vapor de agua se eleve tan rápido como en la Tierra; digamos que es una atmósfera que se 'resiste' a las tormentas . Por eso, pensamos que debe haber algún mecanismo que aún no conocemos que las desencadene y que probablemente esté relacionado con las estaciones, entre otras causas», asegura Sánchez Lavega. Saturno aún guarda secretos.

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