Un grupo de turistas pasea ante la Sagrada Familia
Un grupo de turistas pasea ante la Sagrada Familia - efe

Indignación vecinal en la Sagrada Familia por el impacto del turismo

Reclaman acabar con los pisos turísticos y cerrar los comercios ilegales

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Los vecinos de Sagrada Familia están en pie de guerra contra el Ayuntamiento de Barcelona por la que consideran que es una mala gestión del turismo en el barrio. Denuncian que el distrito del Eixample ha llegado a una situación de colapso debido a la política de fomentar el turismo que el emblemático templo genera en la zona y exigen una serie de medidas de carácter inmediato para controlar el flujo de visitantes al lugar.

Ante las demandas del vecindario, que ya lleva tiempo quejándose del impacto negativo que el turismo ejerce en el barrio, el Ayuntamiento propuso la creación de tres grupos de trabajo, uno dedicado a la gestión del templo, otro al impacto del turismo en el entorno y un tercero destinado al resto de gestiones referentes al barrio.

Los vecinos denuncian que solo se les tiene en cuenta en el tercer grupo, en el que además no hay ningún representante de la Fundación de la Junta Constructora del Templo Expiatorio, mientras que en los referentes a la catedral y el turismo, tan solo se sientan en la mesa el Ayuntamiento y el templo. Por tanto, la propuesta del Consistorio no permite a los vecinos negociar con los gestores de la catedral. Por eso reclaman la formación de un solo grupo que aborde todos los asuntos y en el que estén presentes todos los agentes del barrio.

Exigencias

La Asociación de Vecinos y Vecinas de Sagrada Familia considera que el Ayuntamiento solo tiene en cuenta los intereses económicos de la catedral y pide un diálogo real y vinculante en el que se aborden los temas que de verdad interesan al barrio como por ejemplo la anulación del Plan de Mejora Urbana que pretende convertir uno de los edificios más emblemáticos del lugar, el Cine Niza, en un supermercado. Otras de las exigencias son el decrecimiento del turismo, elfreno de las operaciones especulativas y la disminución de la cantidad de autobuses que llegan al barrio cada día.

Para ello, exigen siete medidas urgentes que permitirían reducir la incidencia que el turismo sobre el medio ambiente, la cultura, la economía urbana y la convivencia y cohesión en el barrio. Las medidas pasan por la conversión de las calles Sardenya y Marina en paseos peatonales, la erradicación de los pisos turísticos, el desplazamiento de las colas de la catedral al interior del recinto, la inclusión de zona verde en la intersección entre las calles Aragó y Lepant en lugar de aparcamientos de autocares, la desaparición de estos vehículos turísticos de la calle Marina y las puertas de las escuelas, el mantenimiento del edificio del Niza y el cierre de las tiendas de souvenirs ilegales. Además, también han solicitado soluciones de tipo estructural a medio y largo plazo, para conseguir un turismo más sostenible en el barrio.

En lo referente a los comercios ilegales, cabe destacar que la presión vecinal ya ha conseguido el cierre de una tienda del Barça que se servía de una licencia ilegal para vender sus artículos en el barrio. El establecimiento, que abrió en agosto, no cumplía con los requisitos de museo con actividad complementaria, ya que su actividad principal era comercial, en lugar de centrarse en la exposición de artículos del club blaugrana, tal y como señalaba el permiso. Ante esto, los vecinos amenazaron con llevar el caso a los tribunales si la tienda no cerraba antes de diciembre, por lo que el Ayuntamiento accedió a clausurarla.

Sin embargo, los habitantes del barrio siguen luchando para que otros siete comercios, denunciados hace tiempo, bajen la persiana definitivamente. A pesar de que el Consistorio anunció que mantendría el diálogo en todo momento, los vecinos consideran que en realidad no tiene ninguna voluntad de negociar, ya que valoran las medidas adoptadas hasta ahora como vagas e indeterminadas.

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