Pan y circo
Vueltas a las andadas
'la afición volvió a convertirse en testigo atónito de cómo su equipo era superado de manera apabullante'
Tristeza, resignación y abatimiento. Esta está siendo una semana negra de realidades y trágica de augurios para el cadismo. Tras varias jornadas de lenta pero palpable reacción, en las que hasta se rozó la victoria, la afición volvió a convertirse en testigo atónito de cómo su equipo era superado de manera apabullante en el juego y vapuleado sin remisión en el marcador.
El Rayo, certero, decidido y veloz, parecía ese rayo que no cesa, ese resplandor inesperado que inmovilizaba, sorprendía y destrozaba a unos jugadores amarillos que no encontraban ni remedio ni refugio a tan descomunal avalancha. El partido disputado en Vallecas ha supuesto una vuelta a las andadas, un retorno a la impotencia, un sumergirse de nuevo en ese inquietante mar de dudas sobre el verdadero nivel de la plantilla y el despropósito de su confección.
Demasiado castigo para una afición tan fiel, que ahíta de zozobras y ávida de bonanzas, aún espera cantar los goles de su equipo y salir del propio estadio, algún día, henchido de esa felicidad tan íntima e indefinible que sólo regala el triunfo. Circunstancia que no ocurre desde un ya lejano 8 de mayo, cuando se vencía al Elche y se cimentaban las bases de ese milagro que fue la permanencia. Pero esta temporada parece que el equipo se la haya tomado con un desconcertante, relajado desparpajo e indolencia, hasta el extremo de instalarnos con negligente rotundidad en los puestos de descenso desde su mismo inicio. Y no cuenta el Cádiz con sobrados recursos para otorgar tanta ventaja de partida a sus rivales. Para nosotros cada duelo en la máxima categoría es un drama, una batalla a tumba abierta con el objetivo de sumar esos puntos que permitan llegar con vida a la meta. Por eso, partidos como el perpetrado el pasado sábado en Vallecas no se pueden consentir. Esperemos que todo quede en un mal día y que el equipo recupere esa senda competitiva que ya mostró en jornadas precedentes. Este inminente y difícil compromiso frente al Atlético es una gran ocasión para comprobarlo.
