Mauricio García - Desde la platea

El estadio

'Visto que el Ayuntamiento no consigue vender el conocido como hotel de tribuna, igual no es mala idea que sea el Cádiz quien lo compre para acoger a sus canteranos'

Panorámica del estadio del Cádiz. Francis Jiménez

Mauricio García

Aunque a falta de horas para que se cierre el mercado invernal lo normal es que como aficionado reclamara un par de fichajes más y casi ejerciera de scouting asegurando que necesitamos un jugador en tal posición o en tal otra, y que hay un fulano en tal equipo que nos vendría de perlas, llevo desde hace tiempo rumiando lo de hacer un nuevo estadio.

Después de meses desde que Vizcaíno soltara su pretensión , sigo sin verlo. Me sigue pareciendo una pérdida de identidad, de esencia, una renuncia a ser un equipo de ciudad para convertirlo en algo casi impersonal, en una marca que no es la nuestra.

Porque la marca del cadismo es Cádiz, su ciudad pequeñita donde se considera que se vive casi en el paraíso y tiene sus parcelas identificadas. En el Pópulo hay historia, en la Viña mostradores golpeados con nudillos, en Santa María ecos de bordones del flamenco, en la Caleta se acuesta el sol y en la Laguna está el Estadio. Tan tópico todo pero tan verdad como que la esencia es algo que no se ve pero se siente.

Lo de tener que utilizar un tanto por ciento del préstamo ese del CVC a infraestructuras ya no me preocupa, me hace temblar. Porque parece como un tren de no retorno hacia la idea del nuevo Estadio. Claro que también, igual, se podría utilizar en remozar el estadio actual, por ejemplo, cerrando los fondos y la preferencia, lo que en la esencia de Cádiz se llama ponerle una visera. O mejorando accesos para personas con movilidad reducida o incluso, si se quiere ganar asientos, bajando unas filitas hasta el césped, como en mi añorado banco pista pero sin foso.

Cuando era joven, recuerdo a los canteranos del Cádiz en una pensión de la calle Conde O'reilly. Luego llegó un largo periplo en el que jugamos en las mismas categorías de equipos de la provincia y luego el fútbol moderno. Pero quizás, en ese fútbol moderno tiene cabida una residencia para futbolistas en el mismo Estadio, un especie de hogar combinado con centro de alto rendimiento. Visto que el Ayuntamiento no consigue vender el conocido como hotel de tribuna, igual no es mala idea que sea el Cádiz quien lo compre y haga allí su Masía (del Barça) o la Fábrica (del Madrid). Para un chaval que quiere ser futbolista, qué mejor que vivir en un estadio.

Desconozco la cuestión administrativa, si sería posible o no, pero si no es eso, quizás en otro lado, porque igual el modelo a seguir está en eso de la Masía, la Fábrica o el Villarreal y no en querer tener un Estadio para traer conciertos o una final de la UEFA un año. A ver si somos más ingleses en eso de la cantera que está comprobado que da rédito.

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