Carlos Vargas - Carta a mi padre

El último partido de Theo Vargas

Papi, el 25 de marzo empezaste a narrar el partido más largo de tu historia, una auténtica final, en el que tú jugabas contra la vida

Theo Vargas

Carlos Vargas

Papi, el 25 de marzo empezaste a narrar el partido más largo de tu historia , una auténtica final, en el que tú jugabas contra la vida. Un encuentro que, sin dudas desde el primer minuto, ya se sabía que iba a ser muy largo y sufrido.

El pitido inicial, tuvo lugar a las 11:00 de la mañana del 25 de marzo , y ya desde el comienzo se convirtió en un partido bronco, puesto que tuviste que ir de manera poco voluntariosa al hospital, prácticamente obligado por tu hijo y discutiendo fuertemente con los tuyos, ya que a pesar de no estar comiendo durante días, a comenzar a darte fiebre, notarte una evidente falta de aire en tu cuerpo y dormir durante prácticamente día y noche sin apenas poder mantenerte despierto, manifestabas «estar bien»… ya se preveía que el encuentro iba a ser muy duro.

El primer gol en contra llegó esa misma tarde , cuando una llamada desde el clínico de Puerto Real nos comunicaba que habías sido trasladado a la UCI teniendo que ser entubado, tras apreciarse más detalladamente en un tac que el estado de los pulmones no era nada alentador. Lo que el Covid no sabía es que tú eras duro de pelar, y que a pesar del primer parte médico poco positivo, no te ibas a dejar vencer tan fácilmente y le plantarías una dura batalla que duraría hasta el 28 de abril, cuando tu le metiste un gol a la vida para volver a empatar el encuentro, un gol que puso la grada en pie, y que hizo que toda la afición pudiese celebrarlo mediante un mítico video en un precioso homenaje que los sanitarios de Puerto Real , con el himno del bueno de Manolito Santander incluido, te hicieron en tu salida hacia planta. Por desgracia, ese mismo día tu equipo sufrió una baja importante, se iba Robinson, cadista como tú, compañero de profesión, y lo más importante, un amigo, con el que incluso llegaste a salir en la Cabalgata de los Reyes Magos del 99.

La llegada del descanso llegó con unas pequeñas vacaciones de 11 días en la tercera planta del hospital , donde al fin tu «mami» te pudo volver a acompañar, y aunque fueron unos días duros, también los eran muy felices puesto que habías llegado a la mitad de tu partido con las fuerzas necesarias para remontar, esas fuerzas que te daban el saber que podrías regresar a casa en unos días, para disfrutar de tu patio y volver a reunirte con tu mujer, con tu hijo, con tu Sarita y con tu pequeño Mino…eran los pilares de tu vida y el precio de la lucha que tanto te había agotado, tendría la feliz recompensa de volver a encontrarte entre ellos una vez más.

El segundo tiempo comenzó ya prácticamente en verano , con una pronta remontada por tu parte, metistes el segundo gol cuando la ilusión y las fuerzas se convirtieron en voluntad por volver a andar, a hablar y en general, a intentar valerte por ti solo, cosas que, poco a poco y con muchos esfuerzos y lágrimas pudiste conseguir para así ponerte por delante en el marcador.

Y se encarriló bien el partido, pudimos volver a disfrutar a nuestra manera del pisito de Estepona que tanto cariño le tenías, así como pudiste llegar a presentar tu libro en el que tanto empeño e ilusión pusiste; y todo salvo la voz iba mejorando, pero en una contra, los problemas cardíacos que sufrías desde hace años volvieron a resurgir y te empataron el encuentro.

Desgraciadamente, el encuentro se te puso cuesta arriba y el final se te hizo largo. Tanta lucha te pasó a pasar factura y te comenzaste a cansar demasiado en los últimos minutos y el rival se te echaba encima, hasta que en la última jugada te remontó el partido. El Covid y los problemas cardíacos pudieron contigo. Estabas tan sumamente tocado en el interior que no pudiste soportar el cateterismo que te realizaron para solucionar las molestias que te acusaban.

El final del partido tuvo lugar el 18 de noviembre, cuando menos te tocaba . Aun así, pudiste narrar tu última retransmisión. La de tu lucha contra el Covid, la de la ilusión de reponerse, la de vencer a las adversidades, la de querer disfrutar de los tuyos…retransmisión que tristemente terminó en una mesa de operaciones del Clínico de Puerto Real.

Nos dejaste, pero seguirás siempre presente entre nosotros , y como toda la vida fuiste un tanto cotillita, seguro que te gustará poder leer y conocer el apoyo y agradecimiento que tu ‘mami’ tanto como tu ‘pichita’ tienen para tantas y tantas personas, en donde hay que hacer una primera mención de agradecimiento muy especialmente a todo el personal del Hospital de Puerto Real , desde el primero al último, desde los médicos hasta los cocineros, pasando por enfermeros, auxiliares, limpiadores, etc. Con especial mención a Manuel , que siempre tuvo la gentileza de hacer que las tormentosas analíticas para ti fuesen un mero trance, y el cuál nos comentó que le sonreiste justo antes de caer inconsciente, sin duda este hecho propiciado por la enorme confianza que tú tenías en él… y a Alfredo , que desde el primer momento que lo conocimos hace años siempre estuvo predispuesto a ayudar en cualquier aspecto y que seguramente, gracias a su hábil gestión y magnífica labor coordinando las citas en el área de cardiología, pudistes vivir unos años más desde que te hicieras el primer cateterismo.

Del mismo modo sobran palabras para los miembros de tu segunda casa: El Cádiz CF, con Manolo Vizcaíno al frente, así como a tus buenos amigos Pepe Mata y José Grima , entre muchos otros componentes. Gracias a ellos, pudistes presentar el libro y seguir disfrutando de tu Cádiz CF desde la cabina como siempre te gustó más allá del fin tu periplo en la Cadena Ser. Muchos fueron los detalles que tuvieron tras tu partida, desde un minuto de silencio , con previa retransmisión de tu mítico final en el ascenso de Las Palmas, como siempre quisiste; hasta dedicarte tu cabina número 2 , personalizándola para la eternidad con tu nombre e imagen, y en la cual seguro que te sentirás muy orgulloso de seguir retransmitiendo en ella cada dos semanas, al igual que nos sentimos nosotros de que siempre puedas tener tu particular rinconcito en tu estadio.

También queremos dar las gracias a los medios de comunicación, tanto locales como nacionales , por todo el tiempo que han dedicado a tu persona , así como los grandes reconocimientos con los que te han hecho honores y por el enorme cariño que nos han brindado en estos momentos, aunque como siempre hay excepciones y tú mejor que nadie sabías de ello…Gracias a todos y cada uno de ellos, especialmente a Ignacio Moreno Bustamante , que hizo que siguieses sintiéndote periodista a través de las columnas semanales , y como no, a tu hermano, Kike Lafuente , tu fiel compañero de viajes en tantos y tantos encuentros por los pueblos de Dios como bien decías cuando durante tantos años militamos en la modesta Segunda B. Fue él, quien en todo momento fue el encargado de narrar al resto de compañeros tu partido . Gracias.

Finalmente, también querríamos agradecer todo el apoyo dado por la familia, ya que como tú le dedicabas en tus libros «La buena familia no es la que se ve todos los días, es aquella que están cuando se les necesitan». Y a las numerosas amistades que desde un primer momento nos mostraron su más sincero pesar y nos ofrecieron todo su apoyo. La familia Camacho, los amigos de Ceuta Sebas e Inma, los vecinos como Loli, Pepe, Mamen y Salva entre otros, que nos arroparon en estos duros momentos de soledad, y muchos otros que podríamos destacar, sin olvidar a Pablo «de Burgos» gran artífice de que tu tuvieses la oportunidad de cumplir tu sueño de sacar un libro adelante.

Así pues, con esta carta que te escriben tus seres más queridos, vete con tu voz inconfundible para el cielo a reunirte con otros seres que tanto querías como eran tus padres, y dedícate a seguir cantando los goles del Cádiz CF allá arriba a todos los que te rodeen, como ese gol marcado al Real Madrid con victoria final que tanto te ilusionó recientemente. Marcha tranquilo y con orgullo; con el orgullo de que siempre serás querido y siempre serás recordado , no sólo por tu hijo, tu mujer, tu hermano, Sarita, el niño de la casa, la familia ni por multitud de amistades, sino que tienes la fortuna de que tampoco serás olvidado por una gran parte del cadismo, ni tampoco por una numerosa cantidad de oyentes a nivel nacional que siempre te recordarán. Ni tan siquiera la historia podrá olvidarte, pues como tu comentaste en innumerables ocasiones, con la tecnología de la televisión cada vez más avanzada, harán que sea imposible que nadie pueda arrebatarte el número de partidos retransmitido a tu Cádiz CF…y eso, pasará a la historia.

Sin más, ojalá puedas seguir disfrutando del club amarillo muchos años más en la élite en tu nuevo asiento de privilegiados. Nos volveremos a ver, gracias por todo. Te queremos .

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