Cádiz Cf

Otra vez enero

El conjunto amarillo deberá acudir al mercado invernal, tal y como ha realizado en las últimas temporadas, para subsanar las carencias de la plantilla

Los jugadores amarillos, antes del Cádiz - Sevilla Antonio Vázquez

P.V.

La mayoría de los sectores que rodean al cadismo coincidían, a finales del mes de agosto y comienzos de septiembre, en el buen hacer de la dirección deportiva amarilla durante el mercado de verano para reforzar a una plantilla que necesitaba ciertos retoques e incorporaciones. Tras lograr la permanencia en el Martínez Valero de una forma más aliviada que en Mendizorroza, el Cádiz CF comenzó a planificar una temporada en la que, sin duda, el objetivo sería, una vez más, mantener la categoría.

Y, de la mano de Juanjo Lorenzo, este verano han aterrizado en tierras gaditanas jugadores como Maxi Gómez, Darwin Machís, Javi Hernández o Lucas Pires en calidad de cedidos. Además, compraron futbolistas como Koaumé y ejecutaron las opciones de compra de Escalante, Roger o Sergi Guardiola. Entre tantos movimientos, la vuelta de Mere y la llegada desde San Sebastián de Robert Navarro parecían poner la guinda a la plantilla.

Pocos resquicios visibles quedaban en el equipo. Si eso, la necesidad de otro perfil de corte defensivo en la medular y un refuerzo más en el eje de la zaga ante la situación física que atravesaban Luis Hernández y Víctor Chust. Eso, y que todas las nuevas piezas encajaran en la ideología futbolística de Sergio González.

El gran inicio liguero, con siete puntos de doce posibles, invitaban al optimismo. Sin embargo, tras el primer parón internacional comenzaron a llegar las malas noticias y el tiempo quitaba la razón al cadismo: se instalaban los malos resultados y, además, llegaban las lesiones. Fali, las recaídas de Víctor Chust, Fede San Emeterio, Luis Hernández, la reincorporación progresiva de Sergi Guardiola... y, por otro lado, la irregularidad de piezas que deben ser fundamentales como Machís o, directamente, el bajo nivel de forma de Javi Hernández, Gonzalo Escalante o Rubén Sobrino.

Una serie de contratiempos que, una vez más, obligarán a la entidad amarilla a acudir con cierta urgencia al mercado de invierno. Cierto es que, a nivel de plantilla, la situación no es para nada parecida a años anteriores, pero el golpe de efecto a dar es importante, tal y como se realizó en las pasadas campañas.

En enero del curso anterior el Cádiz llegaba con un claro déficit en producción ofensiva. Aterrizaron Roger Martí, Chris Ramos, Sergi Guardiola y, además, Gonzalo Escalante, que acabó siendo el máximo goleador del equipo junto a Thèo Bongonda. El problema se subsanó y los amarillos se quedaron en Primera.

Un año antes, en plena transición Cervera - Sergio, Manuel Vizcaíno tuvo que incorporar a piezas que cayeron de pie y que fueron diferenciales como Luis Hernández, Fede San Emeterio, Lucas Pérez o Rubén Alcaraz. A problemas, soluciones. Y eso es lo que hace el Cádiz para aprovechar el mercado de invierno. Y esta temporada, tiene pinta de que necesitará acudir sí o sí a él para elevar las prestaciones y garantías de la plantilla.

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