Tercera derrota consecutiva para rebajar la euforia

Poco a poco el sueño se va evaporando. La derrota de ayer ante el Betis en el Benito Villamarín, donde hace tres años se dio la campanada eliminando al Betis de Quique Setién, no hace más que dar la razón al siempre concienzudo Álvaro Cervera, que nunca esperó a esto para recordar que este año se pasará canutas para salvar la categoría.

Lo dijo justo cuando se ganó en la ciudad deportiva de Valdebebas al Real Madrid y también cada vez que se le pregunta. Él es el primero en saber que si el equipo ha sumado los puntos que ha sumado se debe sobre todo al trabajo, pero también a un factor que rima con la suerte y los defectos del rival.

Y es que hoy por hoy y gracias a que se han sumado seis puntos ante los todopoderosos Real Madrid y FCBarcelona, el Cádiz puede decir que no está en puestos de descenso a Segunda División, hoy en día en manos de Valladolid, Osasuna y Huesca. A los dos últimos ya los conoce de esta temporada el conjunto de Cervera puesto que fue con el conjunto navarro con el que se estrenó en Liga perdiendo en la primera jornada en Carranza por cero goles a dos. Fue en la segunda jornada cuando los de Cervera saborearon su primer triunfo y por el mismo resultado, 0-2, gracias a los goles de Álvaro Negredo y Jorge Pombo.

Pues bien, el próximo martes 29 de diciembre el Cádiz despedirá el año ante el Valladolid, máximo rival directo en estos momentos ya que es el equipo que separa la gloria del infierno. Cuatro puntos son los que separan a gaditanos y vallisoletanos.

Sin lugar a dudas, el nuevo tropiezo ante el Betis viene a rebajar la euforia que ya estaba rebajada tras las derrotas ante Getafe y Celta. La lógica de los acontecimientos se está imponiendo poco a poco y el cadismo ya se prepara para afrontar un nuevo año en el que la nota predominante será el sufrimiento por sumar puntos que se acerquen a los 40 donde ronda la salvación.

Pocos días tiene el Cádiz para preparar el encuentro ante el once pucelano, que llegará a Carranza después de ser barrido por el Messi y Pedri, una sociedad letal en Zorrilla.