El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ayer, durante su comparecencia. :: O. HOSLET / EFE
Economia

La UE saca a España de la UCI y receta más «moderación salarial» para crecer

Bruselas elogia los avances del Gobierno de Rajoy pero advierte de la «alarmante» tasa de paro y la abultada deuda y pide «esfuerzos fiscales»

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Bruselas sacó ayer a la economía española de la UCI para derivarla a planta. La metió a mediados de noviembre por sus «desequilibrios macroeconómicos excesivos» y ahora, en apenas cuatro meses, el enfermo ha mostrado una mejoría que ha sorprendido incluso a los técnicos de la Comisión Europea. Porque ahora, el verdadero problema se llama Italia, ayer derivada a la UCI, y Francia, que ha sido encuadrada junto a España e Irlanda en el grupo de vigilancia especial. Todo un espaldarazo a la gestión del Gobierno de Rajoy que, sin embargo, no tiene margen para levantar ni un milímetro el pie del acelerador de las reformas. La próxima medicina, ya conocida pero no en dosis tan elevadas como la reclama Bruselas, será una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral basada en la «moderación salarial». Es decir, ser más competitivos a base de bajarse aún más los sueldos.

«La tendencia está cambiando y eso es una buena noticia. No estoy diciendo que hayamos salido de lo peor, ciertamente no es así. España se enfrenta a retos formidables por su alto nivel de deuda pública y privada. Todavía hay margen para aumentar la competitividad de la economía, como contener los costes laborales a través de la moderación salarial y aumentar la competencia en los mercados de productos y servicios». El vicepresidente económico del Ejecutivo comunitario, Olli Rehn, dibujó así el complejo futuro que a corto plazo le depara a una economía española que demanda aire y que ha conseguido duplicar las previsiones de crecimiento hasta el 1% del PIB. Pero en Bruselas, no hay margen para la complacencia y menos, con un paro «alarmante».

El mensaje no pilló a nadie por sorpresa ya que el comisario finlandés ya se posicionó a favor de las polémicas tesis del FMI cuando el año pasado pidió una bajada lineal del 10% en los sueldos de los españoles. Una visión, por cierto, rebatida con contundencia por su colega del Colegio de Comisarios, Joaquín Almunia: «Eso, con perdón, es una estupidez, que se lo bajen ellos», manifestó recientemente. Olli Rehn compareció para analizar la evolución del llamado Mecanismo de Alerta, una nueva herramienta incluida en el Semestre Europeo que busca estrechar todavía más el control sobre las economías de la UE para evitar sorpresas desagradables como las surgidas en esta crisis.

El informe inicial se presentó el 13 de noviembre y en él, 16 países quedaron bajo estrecha vigilancia, incluida Alemania -ahora, sólo 14-. Sólo España y Eslovenia fueron incluidos en la 'lista negra' de los «desequilibrios excesivos», en la que aún permanece Eslovenia y a la que se han sumado Italia y Croacia. Una vía peligrosa que puede desembocar en sanciones del 0,1% del PIB. Dinamarca, Luxemburgo y Malta son los alumnos más aplicados.

Italia y Francia, el problema

El Gobierno de Rajoy pasó a la UCI por superar el umbral de seis de los once indicadores analizados: el paro, la deuda pública, la privada, el déficit, la pérdida de cuota de mercado exportador y la posición neta de inversión internacional. Ahora, en menos de cuatro meses, la imagen de España a ojos de los eurócratas bruselenses ha cambiado por completo. «Se ha producido un ajuste significativo en el último año, y si se sigue la tendencia actual, los desequilibrios seguirán reduciéndose con el tiempo. Aunque esta es la base para concluir que los desequilibrios no son excesivos, la Comisión subraya que los riesgos siguen presentes», asegura el informe.

Un texto que como ya hizo Rehn hace una semana en Estrasburgo, advierte de que el margen para bajadas fiscales es casi inexistente, lo que complica la reforma tributaria que 'cocina' Moncloa como clave de bóveda para presentarse a las elecciones de 2015. «La reducción a medio y largo plazo de la deuda pública implica sustanciales esfuerzos fiscales», advierte. La deuda y el déficit, que hay que rebajarlo al 4,2% el próximo año. Europa mantiene que sin medidas adicionales, se disparará hasta el 6,5%. Es decir, 23.000 millones. ¿Cómo ajustar? Bruselas lo tienen claro: con reformas estructurales y reducción de la carga burocrática, y no con subidas impositivas como el IRPF.

Ahora, Francia y sobre todo Italia, se ratifican como el nuevo quebradero de cabeza de Bruselas. En el caso galo por su escasa competitividad y la caída de las exportaciones, y en el italiano, por su abultada deuda, que supera con creces el 130% del PIB.