Economia

El Gobierno anticipa que habrá mejor trato fiscal para todos los planes de pensiones

Entre las fórmulas que se estudian está considerar renta de capital la rentabilidad acumulada por el plan y que tribute a un tipo fijo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los planes de pensiones privados en todas sus modalidades saldrán beneficiados de la reforma fiscal que prepara el Gobierno. Así lo esperan en el sector y así lo confirmaron ayer altos cargos de la administración que asistieron a una jornada sobre 'Responsabilidad de hoy, pensiones del mañana', organizada por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, se mostró «convencido» de que la reforma tributaria incluirá «algún avance» en el apoyo a los sistemas complementarios de previsión privada. Burgos señaló que tanto los planes de empleo como los planes individuales (segundo y tercer pilar del sistema de protección social) son necesarios, por lo que los incentivos deben aplicarse a ambos. El responsable de la Seguridad Social recalcó que el Gobierno «trabaja para conseguir un pilar público fuerte», pero que eso no es óbice para impulsar los otros pilares, necesarios para «canalizar el ahorro a largo plazo, que permita alcanzar cotas adicionales de bienestar», que complementen a las pensiones públicas.

Por su parte, el subdirector general de Planes y Fondos de Pensiones de la Dirección General de Seguros, José Antonio de Paz Carbajo, apuntó que la reforma tributaria podría afectar «a las aportaciones, a las prestaciones y a la transformación del patrimonio inmobiliario u otro tipo de patrimonio en renta vitalicia». El subdirector de la Dirección General de Seguros también avanzó que se está trabajando en «modular la iliquidez de los planes privados de pensiones».

El comité de sabios ultima la propuesta de reforma fiscal que presentará al ministro de Hacienda en pocas semanas. En la actualidad, las aportaciones a un plan de pensiones permiten reducir la base imponible en el IRPF hasta un máximo de 10.000 euros si el contribuyente tiene menos de 50 años y hasta 12.500 euros si supera esa edad. Después, cuando llega la jubilación y se cobra el dinero acumulado en el plan de pensiones -tanto si es como renta periódica o como pago único-, se consideran rendimientos del trabajo y hay sumarlos al resto de los ingresos en el IRPF pagando en función del tipo impositivo de cada uno. En el caso de un cobro único se mantiene la reducción del 40% para los rendimientos correspondientes a aportaciones anteriores a 2007. Aunque desde las gestoras de fondos se había reclamado recuperar la reducción del 40%, esa posibilidad parece descartada. Lo que sí se está estudiando, según fuentes consultadas, es distinguir en el momento de la percepción entre el rendimiento obtenido por el plan y las aportaciones que se desgravaron, de tal manera que los rendimientos se considerarían rentas del ahorro e irían al tipo fijo de las rentas del capital, mientras que las aportaciones que sirvieron para desgravar se considerarían rendimientos del trabajo y se les aplicaría la tarifa del IRPF.

Rescates

Por otra parte, el Ministerio de Economía quiere introducir nuevas 'ventanas de liquidez' para recuperar el patrimonio acumulado en el plan de pensiones antes del momento de la jubilación. En la actualidad, se puede rescatar en los casos de grave enfermedad, paro de larga duración y desahucio de la vivienda habitual. El secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, explicó hace unos meses que el nuevo criterio sería temporal, como ya existe con los planes de pensiones de las Entidades de Previsión Social del País Vasco, en las que a los diez años se permite el rescate.

Además, se quiere favorecer la conversión del patrimonio inmobiliario o de otro tipo en rentas vitalicias que complementen la pensión pública. En España existe un déficit de ahorro acumulado en planes de pensiones de alrededor de 300.000 millones de euros en comparación con otros países desarrollados. Lo que no significa que los españoles no ahorren. Lo hacen, pero en otro tipo de activos, sobre todo en vivienda. Aunque el Gobierno socialista aprobó la 'hipoteca inversa' con beneficios fiscales, que consiste en ceder al banco la vivienda a cambio de una renta vitalicia, no ha tenido mucho éxito. No obstante, en el Ejecutivo siguen estudiando fórmulas que fomenten la conversión de patrimonio en complementos a la pensión.