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Sin ninguna novedad

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A vuelta de vacaciones uno regresa con otro espíritu. Con mucha ilusión y con muchas ganas de empezar algo diferente, eso nos suele pasar a todos. A medida que vas acomodando tus pensamientos a lo cotidiano, notas cómo las cosas retornan a su espacio natural y compruebas, que por mucho que pasen los años, la vida para algunos confiere muy pocas sorpresas agradables. Con el carnaval venidero ocurrirá lo mismo. Muchos esperábamos cambios esperanzadores que, aún siendo votados por la mayoría, nunca llegaron. En la actualidad, el formato de organización de nuestro concurso está tan caduco que no se dan cuenta del daño que le están ocasionando. Algunos no lo perciben porque les interesa que esto nunca cambie. Tan sólo miran por sus intereses personales, incapaces de tener un pequeño soplo de empatía hacia los demás. No se paran a pensar, por ejemplo, en los motivos que tienen este año muchos autores punteros para no participar en el concurso. Quiñones, Aragón y muchos más anunciaron no participar en el próximo certamen por diversas desavenencias. Esto parece que a nadie le importa. A nadie le interesan sus motivos ni razones. Nadie ha sido capaz de ponerse en su lugar. Convendría averiguar si este sistema tiene capacidad para arreglar o proponer cambios adecuados a los tiempos que vivimos y que sepa garantizar a cualquiera de los participantes un certamen limpio, justo, y sobre todo que responda a unas demandas que sirvan para reactivar positivamente este concurso de nuevo. La elección del jurado, los tiempos de actuación, las fases, el sistema de puntuaciones. nada cambia, tan sólo el arrastre de puntos de las preliminares y la gran 'novedad' de no poder repetir en la final. ¿A quién quieren engañar?

Mientras este sistema de organización tenga blindados a los que no quieren cambios porque así les va muy bien para su promoción personal y 'modus vivendi', jamás procurarán brindar la oportunidad para que todos se inscriban a un concurso donde garanticen al menos la imparcialidad y objetividad hacia su obra, y en donde la creatividad no sea penalizada por ello.