Un trabajo complejo que precisa una gran destreza

Villaluenga del Rosario, uno de los pueblos con más encanto de la sierra de Cádiz es uno de los lugares elegidos por este grupo de rescate cada semana para realizar una práctica sobre el terreno. En este caso se simula un salvamento de una persona herida en un barranco. Para ello, el grupo de bomberos se divide. Carlos controla la maniobra y da las instrucciones. La buena comunicación es clave para que no se produzcan errores. Cualquier fallo puede tener consecuencias fatales tanto para el herido como para los propios bomberos. Desciende uno de ellos para valorar la situación y en este caso bajan dos más, uno con botiquín y el otro con una camilla para sacar al accidentado. Los equipos 1 y 2 ayudan a los que descienden y suben ayudados por las cuerdas. Mientras, en cuanto se tiene conocimiento, se da parte al 085 desde donde se avisa al 061 para poner en marcha el protocolo médico que debe desplazarse hasta el lugar. Un rescate de estas características dura como muy poco una hora.