La niña fallecida. :: J.SIMON
ANDALUCÍA

Prisión incondicional para un padre por causar la muerte de su bebé de ocho meses

El joven ecuatoriano de 22 años mantiene que las lesiones que sufría su hija se produjeron por accidente

ALMERÍA. Actualizado: Guardar
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Cristian R. S. V., de 22 años y natural de Ecuador, terminó derrumbándose en el último interrogatorio al que fue sometido. El joven, vecino de la tranquila localidad de Pulpí, confesó ante los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil ser el culpable de los hechos que provocaron que su hija Verónica Camila, una risueña bebé de tan solo ocho meses, fuera hospitalizada el sábado y falleciera dos días después en el Complejo Hospital de Torrecárdenas de la capital.

El joven padre, al que no le constan antecedentes penales, había ofrecido a los agentes distintas versiones acerca de las «graves heridas» que presentaba su pequeña el pasado sábado en el momento de ingresar en el hospital de La Inmaculada de Huércal-Overa.

Cristian fue detenido dos días más tarde acusado de la comisión de un presunto delito de homicidio. Al parecer, los médicos del complejo hospitalario huercalense activaron rápidamente el protocolo por un posible caso de malos tratos en el ámbito familiar, tras examinar a la pequeña Verónica Camila. La menor presentaba graves traumatismos por todo el cuerpo, especialmente en la cabeza y su pronóstico era «muy grave».

Según fuentes cercanas a la investigación, el padre señaló a los médicos que la menor se le «había resbalado de las manos» cuando estaba dándole un baño. Un testimonio que respaldó en un primer momento Cecilia, de 33 años y madre de la bebé, que llevaba unos meses separada de su marido.

La «caída accidental» también resultó ser la versión que Cristian contó a los agentes en el mismo momento de su arresto. Sin embargo, el testimonio del joven cambió con el paso de los días. Fue el pasado domingo cuando el padre de Verónica Camila confesó a la Guardia Civil que las graves lesiones de la bebé se produjeron «tras precipitarse sobre ella en el sofá» de la casa donde residía solo, ya que su mujer Cecilia y sus dos hijos se habían trasladado por la separación matrimonial al barrio de Monte Castillo de la localidad de Huércal-Overa.

El juez decretó prisión comunicada y sin fianza para Cristian, que fue internado en el centro penitenciario de El Acebuche.

Por el momento, son muchas las interrogantes que planean sobre la muerte de la pequeña Verónica Camila, la tercera menor que fallece de forma violenta en la provincia de Almería -junto a Miriam (16 meses) e Isabel (13 meses)-. La «causa accidental» es la que sigue defendiendo el acusado, quien fue el único testigo de la muerte de su bebé, según fuentes cercanas a la investigación.

LA MADRE DEFIENDE A SU EX PAREJA

«Ha tenido que ser un accidente, mi marido quería mucho a su hija». Así respondió a este periódico Cecilia, madre de Verónica Camila, la menor de ocho meses que falleció el pasado lunes por supuestos maltratos a manos de su progenitor. La madre de la pequeña regresaba a su domicilio de la calle Colón, situada en el tranquilo barrio de Monte Castillo de Huércal-Overa, tras recoger las cenizas de su hija, cuyo cuerpo sin vida fue incinerado en el crematorio de la localidad murciana de Puerto Lumbreras.

Cecilia, de 33 años y de nacionalidad ecuatoriana, llevaba separada algunos meses de Cristian, de 22 años y también ecuatoriano.Los hijos se solían quedar cada fin de semana en casa del padre, que aprovechaba ese tiempo «para pasar momentos con su pequeña».

Cecilia, visiblemente afectada, contó que era «impensable» que Cristian le hubiese causado daño a la bebé. «Mi marido no ha podido matar a nuestra hija, siempre la ha tratado con mucho cariño», incidió, al tiempo que anunció que en unos días volverá a Ecuador.

A pesar de que la joven madre señaló que tendrá que ser «un juez» quien determine la culpabilidad de su expareja, manifestó en todo el momento su incredulidad De hecho, según fuentes cercanas a la familia, Cecilia reflejó su apoyo a su expareja en su perfil de la red social Facebook: «Mi hija jamás comentó que su padre le daba palizas», rezaba una de sus reflexiones.