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Sociedad

«Es un placer y un reto estar en el Festival de Música Española»

Iván Martín PianistaEl intérprete canario, considerado uno de los más brillantes de Europa, acompaña en el Falla a la Orquesta de Córdoba con un programa en torno al Doce

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Aunque huye de esa etiqueta, el pianista Iván Martín (Gran Canaria, 1978) es en la actualidad uno de los pianistas más brillantes de su generación en toda Europa. Y el más polifacético. Además de estrenar e interpretar piezas de los compositores contemporáneos más exitosos, de fundar su propio ensemble, de grabar numerosos programas de radio televisión y de publicar dos discos de la mano de Warner Music, el intérprete canario ha ofrecido recitales con la práctica totalidad de las orquestas españoles. Le faltaba la de Córdoba y esta noche, en el marco del Festival de Música Española de Cádiz, ya estará resuelto. Ofrecerán un programa compuesto por música en torno a 1812 en el que sonarán piezas de Beethoven, Juan Crisóstomo Arriaga y Ramón Carnicer con su obertura de 'El barbero de Sevilla'.

-¿Cuáles son las claves para interpretar el Concierto para piano y Orquesta nº 4 en sol mayor, considerada una de las obras maestras de Beethoven?

-Se trata de una de las piezas clave del repertorio pianístico, una de las obras más afamadas de la literatura pianística. Es tan importante porque conecta con la puerta de un universo prácticamente nuevo. Este concierto explora un lenguaje que, tras las sombras y dramatismo del nº 3, le confiere una gran serenidad y luminosidad. El reto está en lograr el equilibrio entre la gran profundidad filosófica y de interpretación y la dificultad técnica.

-¿Qué papel juega la música en torno al Doce en la historia de la música clásica?

-Beethoven fue el primero en no referido a un interlocutor solo, sino a toda la humanidad. Se anticipa a la época de la Revolución Francesa, de las Cortes de Cádiz, del triunfo de la libertad... Beethoven encarnó perfectamente toda esa corriente humanística que se respiraba en aquellos tiempos.

-Es su debut en el Festival de Música Española de Cádiz pero, ¿qué opinión le merece?

-Es un festival bastante consolidado en España, lo sigo siempre con entusiasmo. Para mí es un placer y un reto formar parte de su programación que, me consta, es muy variada y prestigiosa.

-A algunos festivales les cuesta sobrevivir en estos tiempos, sin embargo, en muchos de los casos son la única vía por la que la música clásica llega al gran público...

-La cultura representa un papel primordial en nuestra sociedad, eso es irrefutable. Y los festivales son puntos de encuentro en los que convergen las ofertas artísticas del momento. Son importantísimos en la sociedad en tanto en cuanto sirven de barómetro de la realidad cultural, un bálsamo de la sociedad y calibrador de la salud social. Además, la cultura tiene otra vertiente a la del mero objeto de consumo, que es la de la difusión del conocimiento.

-Entonces, hoy por hoy ese barómetro indica...

-En España hay un talento extraordinario, entiéndase al menos en el campo en el que me muevo. Pero si no se le presta la atención necesaria ni se le dan las herramientas para que se exprese ese talento... Es algo dramático. Es un deber seguir apoyando a la cultura, el arte y el saber. De hecho, en algunos países con menos economía se potencia más la cultura.

-Usted no se puede quejar...

-La verdad es que me siento muy afortunado por la dirección que ha ido tomando mi carrera.

-Huye de la etiqueta de uno de los mejores pianistas de Europa, sin embargo, usted trabaja para ser el mejor, ¿no?

-Para mí la música es una necesidad diaria. Tengo la ambición sana de ser cada vez mejor y ofrecer lo mejor de mí al público. Eso solo se consigue con trabajo, trabajo, trabajo. Ese es el significado de la palabra intérprete, estoy entre las partes, entre la música y el público, hacerlo bien requiere un gran trabajo. Obviamente, los reconocimientos son algo positivo. También suponen un nuevo reto para alcanzar esa perfección que rara vez llega.

-¿Tiene la sensación de que el mercado, el público que gusta de la música clásica es mucho más grande de lo que la mayoría cree?

-Sí, por supuesto. A cualquiera que diga que no le gusta la música clásica le animo a acudir a un concierto con la mente abierta. Uno de los trabajos que quedan por hacer en cuestión de educación es el de plantar la semilla de los futuros aficionados.