Economia

El traslado de festivos se aplaza a 2014

El Gobierno confía en las negociaciones con la Conferencia Episcopal para que, en el futuro, la actividad productiva no se verá recortada El calendario laboral del próximo año tiene una fiesta menos y no invita a construir 'puentes'

MADRID. Actualizado: Guardar
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En 2013 no abundarán los 'puentes' laborales, esas fechas donde la actividad se reduce notablemente al coincidir una o más fiestas en las cercanías de un fin de semana. Será por razones de calendario, porque la iniciativa empresarial, acordada con los sindicatos y bien vista por el Gobierno, que se concretó en el desplazamiento de tres fiestas para celebrarlas en viernes o lunes, no se aplicará hasta 2014.

El próximo año solo habrá ocho festivos laborales nacionales para todo el territorio, uno menos que en 2012, y su ubicación no se presta a tomarse libranzas adicionales. Por este motivo y porque el tiempo se había echado encima, las negociaciones que se propuso concluir el Ejecutivo con la Conferencia Episcopal y las comunidades autónomas van encaminadas a 'mover' en 2014, y no en 2013, las fiestas religiosas de la Asunción (15 de agosto) y Todos los Santos (1 de noviembre) y la celebración civil del día de la Constitución (6 de diciembre).

Lo sugirió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaria, y lo ha confirmado el director general de Empleo, Xavier Thibault. El calendario laboral nacional de 2013 se presenta radicalmente distinto al de años precedentes, al no facilitar la construcción de 'puentes', ni mucho menos 'acueductos' (alternancia de días festivos y laborables). La mitad de las fiestas nacionales no sustituibles caen entre semana, pero el emplazamiento o las características de algunos de ellos limitan el impacto.

En el periodo navideño, tanto el 1 de enero (martes) como el 25 de diciembre (Natividad del Señor, miércoles), están próximas a fechas semi-vacacionales. La coincidencia del 1 de mayo, Fiesta del Trabajo, en miércoles, tampoco supondrá una merma de la actividad, de manera que la única fecha conflictiva puede ser el jueves 15 de agosto (Asunción de la Virgen), y se da la circunstancia de que a mediados de verano buena parte de la producción está paralizada.

El resto de las fiestas nacionales -29 de marzo (Viernes Santo), 12 de octubre (Fiesta Nacional, que cae en sábado), 1 de noviembre (Todos los Santos, viernes) y 6 de diciembre (Día de la Constitución, viernes)- están pegadas o forman parte del fin de semana. Por añadidura, en 2013 no se añade como festivo nacional el 8 de diciembre (Inmaculada Concepción) porque cae en domingo. De ahí que el número de festivos nacionales se reduzca en un día.Como ha precisado Thibault, de haber concluido la negociación con la Conferencia Episcopal a tiempo, solo se hubiera producido el traslado de la fiesta de la Asunción. De este modo, el calendario se habría racionalizado por sí mismo. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría reconoció, no obstante, que la excepción la constituye «alguna festividad de naturaleza autonómica».

Y es que las autonomías disponen de la opción de mover determinadas celebraciones. Varias de ellas (excepto Baleares, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco y La Rioja) han previsto desplazar al lunes 7 de enero la muy popular fiesta de Reyes (Epifanía del Señor, según el calendario de la religión católica), que cae en domingo.

El 28 de marzo (Jueves Santo) será festivo en todas las autonomías excepto Cataluña y la Comunidad Valenciana. Por el contrario, solo la Comunidad Valenciana, Murcia y la Ciudad Autónoma de Melilla han optado por mantener el carácter festivo del 19 de marzo (San José). De acuerdo con esta facultad, el 25 de julio (Santiago Apóstol) será festivo en Cantabria, Navarra y el País Vasco. Finalmente, el 9 de diciembre no se considerará laborable en Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Extremadura, Murcia, La Rioja y la Ciudad Autónoma de Ceuta, los territorios que han decidido por mantener, cambiando de fecha, la fiesta de la Inmaculada.

La variedad de intereses festivos según territorios da idea de la complejidad de regular cambios en esta materia. Aunque los dirigentes políticos comparten la idea de que no se pueden mantener los largos periodos de inactividad que propician los puentes, no resulta fácil el consenso en temas de fuerte arraigo social.

El objetivo del Gobierno de negociar un calendario «eficaz» se va a extender, por tanto, a los próximos meses. Aunque sindicatos y empresarios ya pactaron en enero de 2012 el traslado a lunes o viernes de tres días festivos, aseguran fuentes de las centrales que desde entonces no se ha vuelto a tratar el tema. Todo apunta a que el propósito del Ejecutivo es llegar a un acuerdo con la Conferencia Episcopal, en primer término, y también con las comunidades autónomas, ya que puede afectarles a sus competencias. Una vez alcanzado el consenso, se acometerán las modificaciones legislativas requeridas. Han de introducirse cambios en el Estatuto de los Trabajadores y también en otras disposiciones, como el real decreto 2001/1983 que regula la jornada de trabajo y los preceptivos descansos.