Christopher Whatley. :: R. C.
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«La idea de unión británica procedió en realidad de Escocia»

El docente cree dudoso que aumente el voto independentista, pero dice que «dos años son mucho tiempo» Christopher Whatley Profesor de Historia escocesa

LONDRES. Actualizado: Guardar
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Christopher Whatley es el director del Colegio de Artes y Ciencias Sociales de la Universidad de Dundee y autor de numerosos libros, varios de ellos dedicados al estudio de la unión entre las coronas de Escocia e Inglaterra y Gales en 1707. En esta entrevista realizada por teléfono rememora aquel Tratado y describe trazos en la sociedad que se encamina hacia el referéndum en 2014.

-¿Cómo interpreta el acuerdo del lunes para la celebración del referéndum?

-Los escoceses han elegido un Gobierno que quiere celebrar un referéndum sobre si quieren seguir siendo parte de Reino Unido. El Gobierno tiene un mandato electoral. Lo significativo del anuncio del lunes es que Londres ha aceptado la demanda de la población escocesa.

-¿Cuál es el origen del sentimiento contrario a la unión?

-Hay una percepción de que los escoceses fueron llevados a la unión contra su voluntad. Ocurrió hace más de trescientos años pero, si hubiese habido en aquel tiempo una opinión pública, la mayoría de escoceses no habría querido una unión con Inglaterra que incluyó el abandono del Parlamento escocés. Si hay algo que puede tomarse como sentimiento dominante en el largo plazo es que la población escocesa ha querido forjar una relación con Inglaterra -somos parte de la misma tierra firme, hablamos el mismo idioma,...- pero que el mejor arreglo históricamente habría sido federal. Historiadores nacionalistas han argumentado que se llevó a Escocia a la unión contra su voluntad y que se han obtenido pocos beneficios. Gente como yo hemos argumentado que la idea de una unión británica procedió en realidad de Escocia.

-¿Puede explicarnos esa idea?

-Estamos hablando del siglo XVI, cuando la religión era un factor clave en Europa. Gente como John Knox, que inspira la Reforma en Escocia, y otros como él creían que una 'Britain' de naciones protestantes estaría en una posición más fuerte para repeler el poder de la Iglesia católica romana. Esas cosas ya no son relevantes pero eran fundamentales. En la Unión de 1707 había un ímpetu por una minoría de políticos escoceses para proteger la Revolución de 1688, en la que Jaime VI, que era católico, fue derrocado del trono de Inglaterra y Escocia y sustituido por Guillermo de Orange, que era protestante. La creencia era que así se protegería la Revolución ante Luis XIV y la Francia católica.

Economía y sentimientos

-¿Cómo ve la evolución del sentimiento de independencia en los próximos meses?

-La evidencia de los sondeos sugiere que un máximo del 40% del electorado escocés votaría por la independencia y cambiar esa tendencia será muy difícil. Pero quedan dos años y habrá mucho debate. Será muy interesante porque hasta ahora se ha tratado del típico debate político de réplica y contrarréplica. Espero que en los próximos dos años exploremos seriamente los asuntos y que la gente esté mejor informada para elegir. Hay un fuerte sentido de diferencia entre Escocia e Inglaterra. Tenemos en la actualidad un Parlamento que decide sobre asuntos sociales y otros, pero creo que, si en sus comienzos la unión era impopular, ahora la gente se ha acostumbrado a la idea de Reino Unido. Hay tanto comercio transfronterizo, tantos lazos sociales, familiares. La mayor fuente de inmigración en Escocia en la última década es Inglaterra. Hay un núcleo de población en favor de la independencia pero es dudoso que aumente, pero dos años son mucho tiempo.

-¿Cuáles serán los grandes asuntos?

-El mayor va a ser el económico. Se ha dicho que si la campaña por la independencia demuestra que cada escocés tendría quinientas libras más con la independencia, votaría por ella. La economía, como en 1707, será central. Pero habrá otros asuntos. Defensa, por ejemplo, porque el gasto en Escocia es sustancial. ¿Qué ocurriría si Escocia no es respaldada por la Armada Británica? La OTAN es relevante. La seguridad social será importante porque hay una presunción de que los escoceses son más igualitarios, que una Escocia independiente será una sociedad más justa. Algo que no ha sido parte del debate pero creo que será importante es qué significa ser escocés. ¿Qué diferencias hay entre la sociedad escocesa y el resto de Reino Unido? ¿Hay diferentes valores? ¿Es necesario tener independencia para reflejar esos valores o pueden ser aplicados con una autonomía con más competencias?

-Los líderes marcaron el lunes un tono positivo. ¿Cree que durará?

-Creo que para que la campaña por el 'no' gane tendrá que argumentar sobre las ventajas positivas de la unión. Una de las razones por las que el Partido Laborista perdió las últimas elecciones frente a los nacionalistas fue que se les percibió como negativos, mientras el Partido Nacional Escocés fue percibido como positivo: 'podemos hacerlo', 'brillante y glorioso futuro',... Creo que es muy importante que los partidarios del 'no' sean capaces de presentar un futuro en la unión tan positivo como la promesa de la independencia. Los argumentos sobre la unión en 1707 ya no pueden aplicarse, tienen que argumentar sobre la unión en el siglo XXI.