Menos grupos cada año

Sin saber todavía cuántos grupos terminarán inscritos en el concurso oficial de agrupaciones me atrevería a adelantar que van a ser unos cuantos menos que en la pasada edición. No sé si los estudiosos en la materia se han dado cuenta de que esta tendencia a la baja en la participación, va siendo algo habitual cada año y que, aunque todavía no es preocupante, se debería de tener en cuenta por los organizadores para el futuro. Habría que preguntar qué motivos llevan a las agrupaciones a abandonar en el empeño y por qué no se crean grupos nuevos. Hoy en día, la mayoría de conjuntos que nacen son reciclados-cabreados, es decir, suelen formarse a partir del personal normalmente descontento con sus autores o con sus compañeros carnavaleros y que abandonan o buscan otro lugar más acogedor y conveniente para su voz o instrumento. También pocas novedades aparecen en cuanto se refiere a autores y encima de los escasos que salen, éstos se aburren pronto por no obtener los resultados esperados. Todos sabemos lo difícil que es que un autor novel dé un pelotazo. Hace años que nadie espera a otro autor que no sean los de siempre y eso es un hándicap para ellos. A los autores no esperados no se les atiende igual en ningún sentido. Ni el jurado le presta el mismo interés, ni la prensa le da la misma cobertura y por supuesto el público en general no se entrega de igual manera con los autores de siempre que con los que empiezan. Digo los que empiezan por distinguirlos de los de siempre pero muchos de ellos llevan muchos concursos encima y os aseguro que algún que otro año han llevado a las tablas mejor repertorio y agrupación que aquellos de los llamados grandes. La antigüedad y experiencia es un grado ya se sabe, pero no debe de ser un punto adicional en este concurso y mucho menos antes de empezar. Los autores jóvenes no encuentran la manera de hacer una grieta por dónde meter la cabeza. Ni encuentran la forma ni les dejan.