LA ÉTICA FUTBOLERA

Los futbolistas del FC Barcelona quisieron portar unas camisetas en su partido de Champions contra el Milán con el lema 'Anims Tito', en referencia al segundo entrenador del equipo que ha sido operado de la glándula parótida, pero la UEFA no les permitió lucir en sus zamarras ese mensaje de ánimo. El propio técnico del conjunto catalán declaró unos días antes que «Tito es más importante que una victoria». Sin duda alguna la vida de cualquier persona es más trascendental que la mayor de las victorias deportivas y más cuando se habla de la vida de una persona que forma parte de la plantilla y con la que conviven diariamente futbolistas y técnicos. No se comprende que gestos humanitarios como este sean denegados, por unos dirigentes que sólo piensan en lucrarse a costa de los clubes y de sus aficionados. No hay ningún problema para que se pueda lucir en la camiseta un mensaje publicitario, pero si lo hay si el mensaje es para dar ánimos a una persona o a un colectivo que lo pueda estar pasando mal. Entendería que estuvieran prohibidos mensajes políticos y de reivindicaciones sociales que podrían crean enfrentamientos, pero no creo que a nadie le pueda molestar, ni sentar mal este otro tipo de recados. Tampoco tiene ninguna lógica, amonestar con una tarjeta amarilla, a un futbolista que lleve debajo de su camiseta otra, con una leyenda para animar a un ser querido, como le ocurrió el pasado domingo al jugador portugués del Granada, Martíns. El futbolista luso tiene un hijo de tres años que padece una aplasia medular, que le provoca una grave dolencia y aunque por el momento su vida no corre peligro, hace que la familia esté pasando por los peores momentos de su vida. ¿Quiénes son los energúmenos a los que se les ocurren este tipo de sanciones por estos comportamientos? Creo que a los que había que sancionar son a ellos, por su poca humanidad y falta de ética o mejor aún mandarlos para sus casas.