Las autoescuelas no pasan de primera

Las autoescuelas gaditanas han dejado de vivir la época dorada de las matriculaciones. La crisis afecta directamente a los bolsillos del gaditano que prefiere seguir yendo a pie y «si no hay para pagar la hipoteca mucho menos para el coche o el carné de conducir». Así lo asegura el presidente de la Asociación Gaditana de Autoescuelas (AGA), Manuel Sánchez. Su antecesor en el cargo, Juan Belizón, ya advirtió en 2008 que las matriculaciones estaban cayendo un 40% pero este descenso se ha ido aumentando en estos dos últimos años. «Si partimos de que en 2008 estábamos al 100% de nuestra capacidad hoy en día estamos al 15%, vamos, bajo mínimos», relata Sánchez. La causa principal sigue siendo la crisis pero sobre todo el aumento del número de autoescuelas que han abierto en los últimos dos años. «No puedo precisar cuántas escuelas para conductores más hay pero el número ha ido creciendo y por toda la provincia, no sólo en Cádiz capital».

Uno de estos nuevos centros es la autoescuela Plaza Mina que abrió hace poco más de seis meses en el casco histórico de la capital gaditana. Raúl Torres es el propietario. «Tengo una amplia experiencia como profesor de autoescuela y he estado trabajando en oficinas de toda la Bahía e incluso de Sevilla pero me cansé de recibir órdenes». La amenaza de no cobrar la nómina a fin de mes en su anterior puesto de trabajo fue lo que le dio el último impulso a la hora de instalarse en Cádiz, pero «la gente no termina de venir». Raúl sabe que enero y febrero son épocas malas. «Entre Navidad, los carnavales y todos los festivos de por medio son muy pocos los que toman la determinación de empezar con el carné durante estos meses pero aún así los que han venido son muy pocos». Este joven empresarios espera con ganas a que llegue el verano «porque es cuando los jóvenes deciden cambiar los libros por el volante». Por el momento van aguantando el tirón con «los diez alumnos que tenemos preparándose el teórico y otros diez que ya han empezado a coger el coche».

En el caso de las autoescuelas la novedad del centro no es un factor determinante a la hora de obtener el carné. En el centro Asdrúbal, grandes veteranos ya en esto de enseñar a conducir, están pasando por aprietos económicos, «los mismos que el resto de los compañeros».

Coches y motos

Pilar Gato es directora y profesora de esta oficina y afirma que «hemos comenzamos a notar el descenso en 2009, ya por entonces tuvimos casi un 40% menos de matriculaciones». No solo para obtener el permiso del coche también en las motos. «El número de convocatorias de oposiciones públicas influye directamente en el número de alumnos ya que en muchos de estos exámenes te piden un carné específico como es del moto». Pilar Gato se refiere sobre todo a las oposiciones relacionadas con la policía local, bomberos o guardia civil.

Estas cuestiones están estrechamente ligadas también con el tipo de cliente que acude a estos centros. «Antes venían nada más cumplir los 18 y estaban deseando empezar con las clases prácticas, incluso alguno con 17 a quien le faltaba pocos meses para cumplir la mayoría de edad y quería ahorrar tiempo», cuenta Gato. «Ahora el que viene es más por necesidad que por gusto».

Desde otra de las autoescuelas más conocidas en Cádiz como es Las Marismas también lo ven así. «El que viene preguntando es porque tiene alguna entrevista de trabajo pendiente y le piden que tengan el permiso de conducir pero el número de jóvenes ha bajado porque sus padres ya no pueden permitirse pagar un carné».

Aquí han experimentado también el descenso de clientes y no sólo en Cádiz capital. «Tenemos oficinas por toda la Bahía y el descenso ha ido cayendo empicado en todos, sin excepción».