EL AMBIENTE SE CALIENTA

Anda por ahí pululando un documento en el que se relacionan a familiares de conocidos políticos de la Junta con trabajadores de empresas públicas que antes de las próximas elecciones se convertirán en empleados públicos por arte y magia de la Administración de Griñán. No es la primera vez que en las redes de Internet aparece un escrito que vincula a políticos con familiares sospechosamente colocados en puestos de trabajo sin tener que haber guardado la cola del paro, pero en esta ocasión adquiere más significado por la cercanía de las elecciones y porque, la verdad, no tiene desperdicio comprobar cómo muchos de los beneficiados en algún momento de su vida no laboral han pertenecido a sindicatos cercanos al poder del Gobierno. El documento afecta sobre todo a empresas como EGMASA, Talentia, FENPA, RTVA... y pronto saldrá a la luz con nombres y apellidos. La cuestión es que seguro que no pasará nada.

Aviso al SAS

Hay que reconocer que cuando uno lo necesita los hospitales públicos cuentan con una plantilla de médicos y personal sanitario que, con excepciones como en toda regla, cumplen con profesionalidad con el cuidado del paciente. Eso no quita para que a veces esos profesionales se encuentren con trabas para desarrollar al cien por cien su trabajo porque la Administración no ponga a su disposición los medios necesarios. Por ejemplo, no es normal que desde hace semanas haya niños esperando hacerse la prueba del sudor (con la que se puede diagnosticar una grave enfermedad) y no pueda realizarse porque el aparataje necesario para ello no funciona en el hospital de referencia de la provincia que aspira a convertirse en uno de los mejores de Andalucía. Lo denuncio no de oídas, sino porque ahora y muy a mi pesar entro y salgo mucho del hospital y allí te enteras de todo, lo bueno y lo malo. Por cierto, no sé quien será el encargado de la calefacción, pero lo invitaba yo a pasar una tarde en una habitación compartida. No sé si será bueno tanto calor para los virus y bacterias que hay por el hospital, pero les aseguro que si hacen una encuesta entre pacientes y familiares la prueba del calor también saldría suspendida. Para no quedarnos con mal sabor de boca, para la comida un diez.

Un Goya

Siempre me ha llamado la atención que en los congresos y asambleas de los partidos políticos los militantes se aplaudan a sí mismos, incluidos los candidatos que suben al escenario y alzan sus manos como si hubiesen ganado un Goya, que es más español que un Oscar. A veces no sé si aplauden que les ha tocado el bocadillo de jamón, que el autobús de vuelta a casa es de dos plantas o bien siguen un guión sin más. A veces hasta causa rubor. Pero en fin, lo cierto es que ellos salen la mar de contentos consigo mismos.