Son numerosos los jóvenes gaditanos que optan por aprender un oficio en una escuela taller. :: NURIA REINA
CÁDIZ

Una salida en la Cuesta de las Calesas

La Delegación municipal de Fomento apuesta por formar a los desempleados gaditanos en idiomas y hostelería

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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En un momento como el actual, cuando las cifras del paro alcanzan cotas históricas, cualquier recurso destinado a la búsqueda de empleo dobla su valor. Quizá por eso el edificio del Instituto de Fomento, Empleo y Formación (IFEF) del Ayuntamiento de Cádiz es un hervidero de personas a diario. Consultas de las ofertas de empleo, entrega de demandas de trabajo, realización de cursos, información y orientación. Hay sitio para todo en la Cuesta de las Calesas.

Durante 2010, como era previsible, aumentó el número de usuarios atendidos respecto a años anteriores. Bruno García es el concejal de Fomento en Cádiz. Conoce de primera mano la necesidad de empleo y formación existente en la ciudad y la labor que desempeñan los técnicos de la Delegación. En un mercado laboral que se ha convertido en una selva se sabe que solo los más preparados pueden sobrevivir, y por eso desde Fomento se intenta explorar, investigar, encontrar cuales son los principales yacimientos de empleo y orientar su trabajo para dar formación a los desempleados en esos campos.

«Estamos trabajando mucho la formación en hostelería y en idiomas, porque el grado de inserción laboral luego es alto», explica Bruno García, quien también tiene claro cual es una de las grandes carencias de muchos gaditanos: «la informática».

En esta línea se desarrollan la mayoría de los cursos promovidos de forma continua por el IFEF, pero no son los únicos. «Nuestros técnicos están permanentemente hablando con empresas para buscar oportunidades en el mercado, para dar la mejor información posible a las personas que atendemos. A menudo organizamos cursos sobre lo que requieren las empresas. A veces los preparamos cuando hay un compromiso de inserción con alguna empresa», explica el concejal.

Hay ocasiones en las que incluso son las propias empresas las que acuden a Fomento para solicitar formación en determinadas materias en las que no se encuentran personas preparadas para desempeñar algunas tareas.

Todo esto tiene un objetivo claro. García lo explica: «Cuando llega una empresa con ofertas de empleo lo que hacemos es pedirle que los trabajadores sean de la ciudad, les ofrecemos a los desempleados que tenemos en nuestras bases de datos. Nuestro compromiso es convencer a esos empresarios de que tenemos a gente preparada». Eso sí, lo que deja claro es que legalmente es imposible incluir en los contratos de adjudicación de trabajos que hace el Ayuntamiento la obligación a las empresas de contratar a gaditanos.

A lo largo del año que acaba de concluir, en el IFEF se han organizado cursos sobre hostelería, energías renovables, fontanería, pintura, electricidad o fontanería, que «son los más pedidos por las empresas».

Otra de las principales líneas de trabajo de la Delegación de Fomento es la petición de escuelas taller. De cara a este año se van a solicitar cuatro, ya que «tienen muy buena inserción y a la vez generan empleo durante el tiempo que duran». Lo mismo pasa con los talleres de empleo. Desde el Ayuntamiento se quejan de que la Junta de Andalucía le concede cada vez menos, del mismo modo que disminuyen los fondos públicos de otras administraciones para la financiación de las actividades.

Y todo este trabajo se realiza en perfecta coordinación del Servicio Andaluz de Empleo. «Nosotros lo que intentamos aquí es sumar», dice Bruno García.