El Papa ha autorizado la promulgación del Decreto que contempla como milagrosa la curación del congoleño Kasongo Bavon. :: LA VOZ
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Benedicto XVI reconoce como milagrosa una curación atribuida a una monja española

Bonifacia Rodríguez fundó la Congregación de las Siervas de San José y fue beatificada por Juan Pablo II en 2003

CIUDAD DEL VATICANO. Actualizado: Guardar
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Benedicto XVI ha autorizado la promulgación del Decreto que reconoce como milagrosa la curación del comerciante Kasongo Bavon, ocurrida en la República Democrática del Congo en junio de 2003 y atribuida a la intercesión de Bonifacia Rodríguez de Castro, fundadora de las Siervas de San José. Este Decreto, sancionado ayer por el Papa, abre las puertas a la canonización de la religiosa, que se vislumbra cercana.

A sus 33 años, Kasongo Bavon luchaba en un hospital congoleño de esta congregación por no dejar huérfana a su niña. No quedaba esperanza, pero sí la fe de las Siervas de San José que lo cuidaban, de familiares y de otros enfermos internos. La curación se obró milagrosamente en el país africano y el Santo Padre reconoce ahora que fue fruto de la intercesión de Bonifacia Rodríguez de Castro, nacida en Salamanca el 6 de junio de 1837. Fundadora de la Congregación de las Siervas de San José en 1874 y llevada por su habilidad para las manualidades, creó sus Talleres de Nazaret, donde ocupaba a las mujeres pobres que, en los comienzos de la revolución industrial, se veían obligadas a ganarse la vida fuera de casa, con riesgo de perder su dignidad.

Tres beatos más

Pese a ser injustamente destituida al frente de la Congregación de Salamanca, Bonifacia perdonó y olvidó las humillaciones, calumnias e injusticias sufridas; guardó silencio entregada al servicio de los más desfavorecidos. Al fallecer el 8 de agosto de 1905 en Zamora, dejó como legado a la Iglesia el seguimiento de Jesús mediante la oración y el trabajo sencillo, consagrado a la prevención de la mujer trabajadora pobre. Juan Pablo II beatificó a la religiosa española el 9 de noviembre de 2003.

Además, Benedicto XVI aprobó la beatificación de los también españoles el obispo Juan de Palafox y Mendoza y la religiosa María Isabel Salvat y Romero. Juan de Palafox y Mendoza (1600-1659) fue el primer obispo de Puebla de los Angeles (México) y después obispo de Osma, en la provincia de Soria. Nació en Fitero (Navarra) y falleció en Osma. María Inmaculada Concepción, nombre adoptado por la religiosa María Isabel Salvat y Romero, nació en Madrid en 1926 y falleció en Sevilla el 31 de octubre de 1998. Fue la superiora general de la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz.

El Pontífice firmó los decretos que reconocen los milagros por la intercesión de los beatos y santos en la audiencia que concedió al arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos. El Papa también reconoció las virtudes heroicas de la monja paraguaya María Felicia Guggiari Echevarria, la monja italiana Anna Maria Adorni y el sacerdote alemán Gerard Hirschfelder.