SOMOS DOSCIENTOS MIL

Jerez en marcha

Es absurdo que con lo tiesas que están las arcas, el Ayuntamiento gaste ahora en campañas

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Conforme uno se va haciendo mayor, y confieso que este cronista peina canas, se tiende a pensar que ya se ha visto todo y que pocas cosas hay capaces de sorprender. Tal creencia es extensible a cualquier materia, lo que, supongo, debe ser la concreción de aquel viejo refrán, según el cual 'más sabe el diablo por viejo que por diablo'.

Sin embargo, por muchos años que uno acumule sobre sus espaldas, la capacidad para sorprender que posee el Ayuntamiento de Jerez es digna de todo encomio. Lo último ha sido la campaña publicitaria que, bajo el lema 'Jerez en marcha', hace unos meses inició el Consistorio Jerezano.

Sin ánimos de polemizar sobre el hecho de que el título escogido sea similar al que hace más de 30 años utilizó quien fuera alcalde de Jerez, Miguel Primo de Rivera y Urquijo, para vender la primera revisión del plan urbanístico de 1965 a 1970 (lo cuenta mi querido Jesús Palomo en su blog), lo que nos hace dudar, tanto a Jesús como a mí, de la labor de tanto asesor municipal, quiero imaginar que con dicha campaña se pretende publicitar las iniciativas que se ponen y pondrán en marcha en nuestra ciudad por parte del Ayuntamiento.

A primera vista no parece que la época y, especialmente, la economía municipal, estén para gastar dinero en campañas publicitarias que, por lo general, sólo buscan el autobombo y la complacencia de aquél que se gasta el dinero. Mas como la campaña, al parecer, se compone de diversas fases, al blanco e inmaculado cartel dónde sólo se leía 'Jerez en marcha', le ha seguido otro estos días con el eslogan (perdonen que me detenga un momento, pero me ha dado la risa tonta); 'Jerez en marcha. Tu Ayuntamiento invierte en ti'. ¿Y dónde narices pensaba invertir mi Ayuntamiento?, pregunto. O es que tras invertir en ellos mismos, a través de importantes sueldos, buenas dietas, coches oficiales, complementos, trienios, regalos y no sé cuántas sandeces más, igual han caído en la cuenta de que, además, deberían invertir en el ciudadano.

Es absurdo que con lo tiesas que están las arcas municipales se gaste en una campaña publicitaria. Pero además, resulta aún más triste que la campaña de publicidad se dedique a dar propaganda a aquello que debe resultar obvio, como es el hecho de que el Ayuntamiento invierta el dinero en sus ciudadanos.

A fuerza de ser imaginativo, la única explicación a tal derroche la encuentro en el afán por imitar a los políticos de las altas esferas. Ejemplo: el gobierno central -de siglas similares al que gestiona nuestra ciudad-, el pasado año dedicó una importante subvención al colectivo de gays y lesbianas de Zimbawe.

Esta misma semana, la gaditana, miembra y Ministra de Igualdad, publicó en el BOE (de 16 de febrero por si desean verlo) el listado de subvenciones que otorga su Ministerio, con perlas tales como los 50.000 euros que se conceden a la Universidad de Sevilla para un estudio sobre la 'Exclusión social y violencia de género en los centros penitenciarios de mujeres en Andalucía' (algo que raya el absurdo en una cárcel sólo de mujeres, cuando la violencia de género por definición -léase el artículo 1 de la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género-, es la manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres).

Si se gasta así en Madrid y todo ello sólo revela la alegría con la que el personal -sea del Estado, sea de la Junta o sea del Ayuntamiento- gasta nuestros cuartos, quizás aquí en Jerez se ha pensado en que no es mala idea publicitar que, desde ahora, por fin se va a invertir en el ciudadano.

La única duda ante tamaño ejercicio de sinceridad, es pensar en qué 'narices' han estado gastando mis impuestos hasta hoy.