TRIBUNALES

Ruz imputa a tres jefes de la empresa que reformó Génova 13

Los peritos confirman que el PP pagó en negro parte de las obras de su sede

MADRID Actualizado: Guardar
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El juez Pablo Ruz imputó a tres antiguos jefes de la empresa de construcción Unifica, la que llevó a cabo las obras de reforma de la sede del PP en la calle Génova de Madrid, tras constatar que la formación pagó una parte de los trabajos con dinero negro, como adelantó Colpisa.

El instructor acuerda citar a Laura Montero, María Rey y Claudio Montero el 7 de mayo tras recibir un informe policial que acredita que parte de la reforma fue sufragada «con fondos ajenos al circuito económico financiero» correspondientes a la contabilidad paralela que llevaba Bárcenas. Ese día también serán interrogados como testigos el exjefe de seguridad del partido Antonio de la Fuente y el cajero Luis Molero.

El recibí de 200.000 euros en dinero negro que apareció en el registro de la sede de la empresa Unifica Servicios Integrales, que reformó la sede nacional del Partido Popular en la calle Génova de Madrid en 2008, fue escrito de su puño y letra por el arquitecto Gonzalo Urquijo, imputado en la pieza separada que investiga la supuesta financiación irregular de los populares.

La Unidad Central de Criminalística remitió al juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz un pormenorizado informe sobre buena parte de la documentación manuscrita hallada en Unifica referente a los trabajos para el PP. Ese documento revela que las pruebas caligráficas han confirmado que fue la mano de Urquijo la que escribió los dos apuntes que confirmarían que el PP, a través de su entonces tesorero Luis Bárcenas, pagó con dinero B parte de los trabajos.

Según Criminalística, Urquijo -al que se le tomó un 'cuerpo de escritura' en diciembre de 2013 en la Audiencia Nacional para comparar los textos- fue la persona que escribió la siguiente nota, entregada por Bárcenas en sede judicial: «He recibido de D. Luis Bárcenas la cantidad de 200.000 euros en concepto de pago complementario de la factura de la planta 4ª, con lo que queda cancelada dicha factura». También es el autor de otra nota hasta ahora desconocida: «Por la presente certifico que el PP no adeuda a Unifica por ningún concepto y ninguna cantidad, salvo los trabajos en los sótanos pendientes de facturar».

Gonzalo Urquijo, cuando fue interrogado por Ruz el pasado 16 diciembre, adujo que confeccionó ese recibí, en julio de 2013, al dictado del extesorero. Y que lo hizo cuando supo que su nombre aparecía en los 'papeles de Bárcenas', con el objetivo de preparar su defensa judicial. Sin embargo, esos recibís, según se infiere del informe de Criminalística, aparecieron con otros papeles y facturas fechados en 2008. Es decir, cinco años antes.

La declaración de Urquijo fue larga, intensa y algo repetitiva por las particularidades del imputado, que negó las acusaciones, pero valiosa para la investigación. El arquitecto está imputado por delitos contra la Hacienda Pública, falsedad documental y falsedad contable por haber cobrado supuestamente en negro 888.000 euros de las obras de Génova 13.

«Todo es muy raro aquí»

Urquijo dijo al juez que le pareció muy raro el asunto de los recibís, y que solo se dio cuenta del entuerto cuando aparecieron publicados los documentos del extesorero. «Jamás he cobrado de otra manera que no fuera por cheque o por transferencia», defendió el arquitecto, que sugirió que el extesorero pudo utilizar «parte» de los recibís que entregó al PP para «otros fines» que no especificó.

El acusado señaló que le chocó que la formación le solicitara la entrega de un recibí cada vez que le giraba un cheque, lo que llegó a calificar de «sinsentido» porque estos resultaban «inocuos» al lado de las facturas que también emitía. Aun así, siempre accedió a facilitarlos porque «todo el mundo tiene manías desde un punto de vista contable».

También declaró que a lo largo de los siete años que duraron las obras en Génova (entre 2005 y 2011) firmó unos «sesenta recibís de sesenta cheques», de los cuales tuvo que cambiar «cuatro, cinco o seis», siempre «al dictado» del propio Bárcenas, con el que se vio «tres o cuatro veces». El resto del tiempo trataba con el exgerente Cristóbal Páez o con Antonio de la Fuente, jefe de seguridad de Génova 13, ambos imputados en el caso.

En varios momentos de la declaración, Ruz aseguró no encontrar una explicación «lógica» a las palabras de Urquijo. «En ocasiones se la encuentro y en otras le confieso que no. Aquí no se la encuentro», le indicó en una de sus intervenciones. En otra, el magistrado zanjó: «Todo es muy raro aquí».

Con esta prueba de la Policía Científica, para el instructor del 'caso Gürtel' quedan pocas dudas de que el arquitecto fue pagado con dinero de la 'caja B', que controlaba Bárcenas. Un indicio más de la verosimilitud de sus papeles secretos y otro quebradero de cabeza para el PP, que teme que las obras de su sede le acaben salpicando en un futuro juicio.